Hoteles cerca del Harry Mwanga Nkumbula International Airport - LVI, Livingstone

El mejor destino para aventuras con adrenalina. Lugar histórico Parque Nacional de belleza espectacular Cataras Victoria Oferta restaurantes correcta.

Livingstone es una ciudad pequeña. Sus atractivos son : El Parque de las cataratas, para mi el lado de Zambia es más bonito. El Museo. El crucero por el río Zambeze no te lo debes perder. Los taxis son peligrosos, debes coordinar con tu hotel para movilizarte. Comida hay varios sitios de todos los precios desde $10.00 una hamburgesa, con papas y ensalada !!

El entorno, la gente amable, el río Zambeze, los tours por el río, el tour por río Chobe lhay que moverse en taxi, pero no hay. Mucho para ver en la ciudad

EL hotel está alejado de la ciudad, Visité Livingstone con una excursión de medio dai. Creo que es suficiente. Tranquila ciudad con dos pequeños museos curiosos y un pasado colonial muy agradable. Es la puerta ideal para las cataratas Victoria. Es fácil pasar al lado de Zimbawe que está mas preparado para el turismo y potr ello es mas caro. Es fundamental ver las cataratas desde Zimbawe, por supuesto, pero el lado de Zambia también es interesante, mejor ir primero por Zambia, de hacerse al revés, parecerán poca cosa

Livingstone es una ciudad pequeña que se ve muy rápido pero es un buen punto de partida para safaris y visitas como la del poblado Mukuni o por supuesto las Cataratas Victoria. Puedes encontrar buenos hoteles y buenos sitios para comer o tomar algo a precios muy económicos. La gente es muy agradable.

La vista de las Cataratas desde Livingstone es magnífica, pero si se quiere tener una visión completa y extraordinaria de las mismas, se debe cruzar a Victoria, en el vecino Zimbabwe. Es muy aconsejable dedicar unas horas a esta actividad. El gran problema, muy molesto por cierto, que las autoridades turísticas deberían solucionar ya, son las colas enormes que aguantan los turistas en las fronteras de Zambia y Zimbabwe para realizar los trámites de entrada y salida en ambos países. Por esa deficiente organización se pierde un tiempo precioso que se podía dedicar a realizar una visita más relajada.