Hoteles de playa en Costa de Sorrento

El hecho de que esté ubicado a orillas del mar lo diferencia notoriamente en la costa amalfitana, ya que hay muchos frente al mar pero pocos a dos pasos... EL desayuno muy bueno y la limpieza para resaltar.

La limpieza del.hotel es impresionante, para un hotel que está sobre la playa siempre estaba extremadamente limpio. Y la ubicación sobre la playa hace que sea muy fácil el traslado de la habitación al mar, solo unos pasos. Además hay varias opciones gastronómicas en el lugar por lo que podés pasar días sin salir de ahí si solo querés descansar.

La playa privada y los desayunos buenísimos. La atención de Ana Maria muy buena.

La vista increíble!!. Teníamos un pequeño balcón con vista al mar, precioso !!. La pieza y el baño grande. Camas cómodas. Si bien está a unos 15 minutos del centro, fue una excelente opción por la tranquilidad ( el centro llenisiimo de gente), la vegetación, sin ruido y linda vista. Tienes bajada a playa privada y pública.

El trato ha sido inmejorable. No puedo recomendar más Xenia House. Mario y Vanna han estado pendientes en todo momento, mostrando una cercanía y amabilidad más propios de familia o amigos que de un host al uso. Realmente nos hemos sentido acogidas en este pequeño establecimiento de 4 habitaciones donde la estrella -más allá de unas instalaciones y un desayuno espectacular- ha sido el trato de los dueños. Nuestras vacaciones en la Costa Amalfitana ya han valido la pena solo por Xenia House.

Las instalaciones del hotel. La zona de playa privada con el bar, el jardín y las vistas desde la terraza que hay en la azotea donde te puedes tomar algo que hayas comprado en el supermercado tanto de día como de noche. La habitación antigua pero muy limpia.

Localización perfecta, a 5 min caminando del centro de Sorrento y a 5 min (escaleras) de la playa Marina Grande. Personal muy amable. Instalado en un jardín de olivos. Espectaculares y baratas pizzas en el horno de piedra a partir de las 19h.

Paisaje maravilloso, ambientes amplios y cómodos. Desayuno espectacular. Cerca de la estación de trenes y buses. Muy limpio, personal muy amable y una gerente Simonnetta, que está en todos los detalles. El centro está a metros y el acceso a la playa sólo con bajar por una calle llena de flores y plantas estupendas.

Las vistas y la playa. Para bajar a la playa llévate unas zapatillas de agua-escarpines y unas gafas para bucear. Bañarte allí es una pasada, si el mar no está muy bravo. La piscina está bien, de 9.30 a 18.00 (aunque algunos días cierran más tarde..) el desayuno correcto y el comedor es muy agradable