Las personas que trabajan son súper amables y está todo súper limpio. El pueblo es maravilloso
Situado en un pueblo perfecto, casa de mas de 140 años de antigüedad, con onsen privado con unas vistas al rio espectaculares. La familia encantadora, toda, incluidos los niños. Quedarse por la noche una vez que se han ido los turistas que van pasar el dia, cambia el paisaje del pueblo, y poder dar una vuelta a primera hora practicamente solos es una maravilla El menu de la cena y el desayuno con productos de proximidad muy interesante.
La habitación es bastante amplia Tiene varios onsen privados y en la salida hay helados gratis (también hay onsen público separado por sexos) Tienes bebida gratuita en la recepción del hotel, que incluye té, zumo y cerveza Tienen una mini biblioteca llena de mangas (maravilloso) La cama es muy cómoda
Ha sido una experiencia maravillosa, nuestra mejor estancia en Japón. Un Ryokan auténtico llevado por una pareja de ancianos que son un encanto, el desayuno estaba delicioso. El onsen privado se agradece. Nos dejaron un detallito por la luna de miel. Lo recomendaremos sin duda.
Limpio. Bien situado Pequeño SPA maravilloso Las camas eran comodas
Lo que más me gustó fue el onsen y el desayuno tipo buffe. Aunque en el onsen público no se permite la entrada con tatuajes (puedes meterte al privado) las instalaciones son MARAVILLOSAS, en el onsen de chicas había de todo, mascarilla para el pelo, secador, etc. Las vistas son espectaculares. Hotel ideal para descansar.
Habitaciones muy amplias y limpias, la posibilidad de tomar bebidas gratis hastas las 23h y su pequeño onsen. Dejamos las maletas en recepción y al volver, ya las habían dejado en la habitación. El trato del personal fue muy bueno. La ubicación del hotel es perfecta.
Los onsen privados son una maravilla, al aire libre con vistas. Fui por la mañana al onsen publico, que también tenia muy buenas vistas y estaba totalmente vacío. El desayuno bastante completo, incluso con opciones dulces (que normalmente escasean en muchos países asiáticos).
Es un sueño. Desde que llegas hasta que te marchas vives una experiencia increíble. Recibes zapatillas para andar por el hotel y otras de exterior. Lo mismo con los yukatas. El desayuno sensacional