Bed and Breakfasts en Salies-de-Béarn

La amabilidad de la anfitriona, encantadora, el masaje increible, relax total, perfecto para los que quieran desconectar y relajarse. Su mermelada de higos casera,.una delicia para empezar el día.

Mom y Pokem son unos anfitriones excelentes.Incluye el desayuno pero además puedes usar unas cocinas que hay en cada planta para prepararte alguna cosa.A pocos metros del centro a pie

La casa y sus dueños. El jardín. El trato familiar. La historia de la casa y su mobiliario.

El desayuno excelente, los anfitriones encantadores, la casa preciosa y la limpieza excepcional

Todo fue genial en Les Hirondelles: limpieza, comodidad, desayuno muy rico... Pero lo mejor fue la atención de Marie Lourdes, es una gran anfitriona.

La historia de la casa , el amor que sus dueños cuidan a cada detalle .

Cualquier tiempo pasado fue mejor... es un alojamiento que imagino fue encantador pero que ha envejecido muy mal y que necesita un mejor mantenimiento

Dan es una persona extremamente simpática y hospitalaria. El lugar es precioso, remodelado con un gusto fantástico. La piscina estaba super limpia, y es una delicia. Y el desayuno es un caso aparte: probablemente uno de los mejores desayunos que vas a probar en tu vida. Dónde tomas desayuno en que los croissants, pain au chocolat, panes y mermeladas son hechos en el propio lugar en que te hospedas? Espectacular.

Una experiencia única, incomparable con cualquier otra estancia en un hotel. Château d'Estrac es una mansión palaciega de estilo, distribución y decoración neoclásica de finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando Napoleón estaba en guerra con España, y que regenta ahora Rémy, Eric y Médéric, Se encuentra en un pequeño pueblo, Hastingues, a menos de media hora de Bayona por la autopista A64, ya en el departamento de Las Landas, en Aquitania. Es un lugar encantador, con todo lo que ofrece un château: vivir la historia en el lugar donde se desarrolló. La mayoría del mobiliario data de aquella época y posterior y el cálido recibimiento, el buen trato, la cortesía y el respeto por el huésped dominan en cada momento. Las habitaciones (cada una con su propia distribución y decoración) son más que amplias. Aunque tienen llave (de medio kilo cada una je-je), no es costumbre cerrarla. Cada habitación dispone de una cocina al servicio del viajero. La tranquilidad y el ambiente te transportan otro tiempo. Salones en la planta principal para conversar o leer. No hay televisión (sí wifi), de forma intencionada. En el vestíbulo te puedes encontrar a Rémy portando un huevo de pato (de lo muchos que corretean por una parte del exterior para comerse los caracoles), que a la mañana siguiente formará parte del desayuno más increíble jamás vivido, en una estancia iluminada por decenas de velas encendidas. El baño, amplio y limpio; la atención para degustar una cena en los alrededores, muy de agradecer. Recibes llave de entrada al château para el regreso. Sin duda, Château d'Estrac es mucho más que un hotel: es una experiencia, una comprobación de que hay valores como la hospitalidad y la generosidad, que puntúan este lugar con un 10. Que Rémy espere en la puerta del château para verte partir en el coche, aparcado en la explanada exterior, es un gesto que supera las obligaciones de un establecimiento.

Los anfitriones y el salón de comidas y desayuno. Julián y Maria me recibieron de forma amable y cálida en todo momento. Estando pendiente de cualquier demanda que atendían con detalle Tenía mesa de villar Piscina, videojuegos, juegos de mesa, gimnasio, piscina Etc