Lo mejor del hotel es el personal, amable y eficaz. La ubicación es correcta: se puede ir caminando desde la estación de trenes (unos 10 minutos en calle en cuesta), y se puede ir caminando al centro histórico (otros 10 minutos en cuesta). Me gustó que hubiera cafetera en la habitación, aunque no siempre reponían las cápsulas, ni el azúcar ni las capsulitas de leche/crema.