Anfitrión muy amable que nos facilitó información de restaurantes muy acertada. El apartamento era amplio y limpio con vistas a las montañas por un lado y a una zona industrial por el otro . La cocina tenía cápsulas de café gratis aunque, por contra, no tenía (o no lo encontré) sal, azúcar, aceite o vinagre. Parking exterior al lado del apartamento que se llenaba a partir de las 19h. En todo caso había un parking muy cerca. Se llegaba andando en unos 10 minutos al casco antiguo.