Chalets de montaña en Península de Samaná

El espacio era hermoso y muy tranquilo El jacuzzi en la naturaleza lo mejor

Nos sentimos como en casa, todos estuvieron pendientes de nosotros

Buenos bungalows bien conectados con la naturaleza. Personal muy atento

La dueña muy amable y siempre pendiente de nosotros, casa limpia y amplia segura con las comodidades

El desayuno fue espectacular, fue como desayunar en casa después de estar un año fuera! La habitación es modesta pero cuenta con lo necesario. La encontramos super limpia y preparada a nuestra llegada. El personal es muy agradable, nos atendieron genial y nos guiaron en nuestra visita de la zona. Las vistas y la calma del lugar son inmejorables. ¡Espero volver pronto a este alojamiento!

Cada chalet tiene una pequeña piscina privada con una cascada que es muy chula. Te llevan las comidas a la habitación y comes en medio de la naturaleza.