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Solo pernoctamos una noche porque estábamos de camino, así qué no tuvimos tiempo de visitar el pueblo ni su entorno, pero lo poco qué vimos nos encantó

Pueblo tranquilo de las montañas de Zamora donde desconectar y pasear. También muy recomendable para hacer parada si viajas a a Galicia o Portugal

Lugar tranquilo pero sin servicios esenciales. Sólo una cafetería y sin opción en ella por ejemplo para un desayuno a elegir. Mal señalizado en cuanto a lugares de interés, imposible llegar al cortejo de los lobos por mala señalizacion y mal estado de la calzada. Eso sí, buena comunicación con Puebla de Sanabría. Si puntualizar que el pueblecito, es singular

Estuvimos en el apartamento. Le falta mantenimiento: un cristal de la ventana la roto, la manilla de otra ventana tambien, la TV mal colocada... Sería mucho mejor si lo atendiera alguien. El altillo muy incómodo, hay que entrar de rodillas. La cocina bien equipadas. Las vistas y la tranquilidad lo mejor.

Nos encantó el entorno, como por ejemplo el Santuario de la Virgen de Tuiza y la historia de Lubián y sus habitantes, a los que llaman lobos y que tiene como lengua oficial el gallego además del castellano por su cercanía con Ourense, y que está muy muy cerca también de Portugal. Un rinconcito zamorano lleno de historia, cultura, tradición y naturaleza.

Es un pueblo acogedor y tranquilo. Muy cerca hay una antigua trampa para capturar lobos, le llaman el cortello de los lobos (en Galicia foxo dos lobos)que está muy bien restaurado y merece la pena visitar, aunque la subida es corta pero intensa. Está muy cerca de la autovía para poder desplazarse a conocer las zonas cercanas.