Hoteles en Panamá

Excelente atencion tanto de recepcion como del personal del restaurante. Altamente recomendado

El sitio es un paraíso, las vistas, la zona, la tranquilidad, todo maravilloso. Brad no pudo ser más amable con nosotros, todo el tiempo muy atento. Puedes coger la excursión en barco para ver las islas directamente con ellos y te recogen en la puerta de la casa. Merece la pena ir a visitar Boca Chica y si vas a hacer este alojamiento es perfecto.

Desde que llegamos nos atendieron súper bien. Don Daniel, el gerente, fue muy amable y estuvo pendiente de que todo saliera bien. El hotel superó nuestras expectativas: el lugar es genuinamente hermoso, repleto de esculturas que lo hacen sentir como un museo al aire libre. La ubicación es perfecta para descansar y desconectarse.

El personal es muy amable. María y Dave nos hicieron sentir como en casa. Toda la instalación siempre muy limpia y ordenada. Las habitaciones contaban con todo lo indispensable para una excelente estadía.

Los detalles pensados, la atención brindada, la paz que irradia estar ahí

Muy completo y de muy buena calidad la comida. Increíble presentación y ambiente.

vistas estupendas, servicio maginifico y entorno maravilloso

La habitación y las áreas verdes

Ambiente relajado, excelente atención y limpieza

Un lugar estupendo. Cerca del centro, grandes habitaciones. Muy buena relación calidad precio. El anfitrion nos ayudo con los desayunos, nos facilito todo, estuvo pendiente en todo momento. Pudimos guardar nuestro coche en el interior de la parcela.

El entorno natural, el silencio, los desayunos riquísimos, la fauna que se ve, las habitaciones enormes, el jacuzzi calentito cuando vienes agotado de las excursiones… todo fue magnífico!

Casitas de ensueño con vistas al valle de Boquete entre arbustos de café. Las casitas están completamente equipadas con cocina, incluso un corner de cafecito de la finca para poderlo preparar en cualquier momento, el baño es superior, y la joya de la corona una terraza con vistas espectaculares y un jacuzzi para hacer las delicias de la estancia. El desayuno lo sirven en la casita cada mañana, todo bien fresco, variado y delicioso. El equipo es TOP! En nuestro caso nos comunicamos principalmente con Pilar y nos ayudó muchísimo con toda la organización tanto de actividades fuera de la finca (avistamiento aves, subida al volcán Barú, transporte al pueblo) así como dentro de la finca para gestiones, lavandería y con el tour de café dentro la propia finca. Explicación de Boquete, el proceso del café y la pequeña cata fue genial. Dave, el propietario, también nos ayudó con la llegada, nos recibió fenomenal y es un gran anfitrión.