EL HOTEL ES UNA verdadera galería de arte, es como estar en Barcelona, rodeado del estilo Gaudi, y pinturas estilo surrealistas de su dueño y su hijo, su dueño nos recibió es encantador y artífice de cada detalle, Luis , Beth y las demás personas que están a cargo siempre dispuestas a darte datos, pedir taxi y sugerir como llegar a diferentes atracciones turísticas. El desayuno excelente, varias terrazas que incluso utilizamos una noche para cenar bajo las estrellas.
La atención y el trato del personal ha sido excelente, nos han ayudado en la organización de la visita a la isla con recomendaciones de taxis y excursiones con touroperadores. El desayuno que sirven es muy bueno. El establecimiento es bonito y está muy limpio y muy bien acondicionado con todo lo necesario, por ejemplo espacios para poderte quitar la arena cuando llegas de la playa, limpiar y poner ropa a secar, etc. La ubicación es perfecta a cinco minutos del malecón y de la playa del Mann.