Hoteles de 4 estrellas en Ukulhas

El trato recibido fue exquisito y las instalaciones un lujo, camas cómodas, habitaciones grandes y con todo nuevo. Estuvimos en otros hoteles en Ukulhas y sin lugar a dudas es el mejor de la isla. Está a escasos 20-25 metros de la playa y tiene tumbonas en la orilla. La piscina tiene el agua cristalina, siempre buscamos un hotel con piscina y en Ukulhas solamente encontramos otro, y esta estaba en un estado pésimo. El staff increíble, siempre atento a tus solicitudes. Me extrañó que tuviera un 10 antes de ir y ahora sé por qué.

El propietario vino personalmente a recogernos en el puerto y nos ha llevado con su carrito de golf hasta el hotel. Nuestra habitación tenía cafetera y en pasillo había una plancha disponible con su tabla las 24hs. La piscina de la azotea tiene unas vistas espectaculares del mar y se puede ver la mejor puesta del sol de la isla. El servicio en el restaurante es fantástico así como en recepción. Te dejan toallas limpias para la piscina y para la playa, y también te prestan aletas y gafas de bucear con tubo para que no te pierdas nada de lo que hay bajo el agua. Justo enfrente al hotel está la playa y hay hamacas gratuitas.

El personal nos trató de maravilla, son super amables. El buffet era muy variado y la comida muy buena. La cama era muy cómoda y amplia. Además estaba todo muy limpio.

Sencillamente impresionante. Muy organizado, muy limpio y la isla es de ensueño. Como recomendaciones a los viajeros: - coger la tarifa con cenas incluidas. Se coge allí mismo en la isla, mínimo 3 noches. Pero te permite cenar en restaurantes distintos y almorzar a la carta. No posamos los buffets y la experiencia fue maravillosa. - la excursión más recomendables es la de los tiburones. Una experiencia única. Llevad una GoPro válida para todo el viaje. - el personal es increíble, muy atentos, un mantenimiento de la isla excepcional.

Estuvimos en un overwater y la habitación sobre el mar era muy bonita, con cuidada decoración estilo balines. Vistas al atardecer, muy cómoda. El personal muy atento y muy simpáticos, con ganas de agradar. Ibas al mar por la escalerilla (cuidado que es resbaladiza) y ya estabas en unas aguas cristalinas con preciosos colores y con corales donde podías hacer snorkel de muchos tipos de peces, mantas...Mención aparte los tiburones de punta negra de arrecife (que son inofensivos) que puedes ver por el arrecife. Son hermosos e hipnóticos y los puedes ver cuando quieras. Yo no me resistía y siempre buceaba hasta donde podías encontrarlos. Es una experiencia irrepetible. El comedor y el bar muy bonitos y agradables, las playas también. Puedes coger gratuitamente unos kayak para darte una vuelta por los alrededores. La comida de estilo bufet estaba muy buena. Un sitio hermoso y tranquilo.