
De
EspañaLa limpieza de la casa. Se nota que hay detrás mucha atención por los detalles, y esto hace que desde el primer momento te sientas muy a gusto. Es un casa de pueblo antigua, y eso ya le da al menos a nosotros un "plus" de atractivo. La casa está cuidada y tiene algunos detalles adorables, como la antigua cocina de carbón que se ha dejado como decoración, compatibles con una sala de estar super cómoda donde poder ver la televisión. Lo moderno y lo antiguo de la mano.
El confort de las camas. Descansamos de maravilla.
La amplitud de la casa, que puede parecer pequeña por fuera pero es por presentar un frente reducido en esa fachada, ya que por dentro es muy espaciosa.
La facilidad de aparcamiento , pudiendo dejarlo enfrente de la casa.
La tranquilidad del pueblo.
El emplazamiento, perfecto para realizar visitas a los alrededores: El Soplao, San Vicente y sus playas
La amabilidad de los anfitriones , muy atentos y accesibles para resolver cualquier duda.
En resumen, una excelente relación calidad- precio. Así era viajar al norte hace años, lo encontrabas en la comida, en los alojamientos, en el servicio...¡suerte que aún existen excepciones a la cada vez mayor degradación de la calidad!