Hostales y pensiones en Siwa

Afortunados de haber encontrado esta joya de Siwa, se nota que el lugar está construido con mucho amor y se refleja en cada rincón y detalle. Las fotos no hacen justicia al entorno. EL LUGAR: Las habitaciones son preciosas, los muebles hechos a mano le dan un toque muy acogedor y el baño está equipado con todo lo necesario como jabones, papel, ducha… Las instalaciones te invitan a relajarte, el jardín es precioso repleto de árboles frutales de los que puedes comer directamente, es ideal para desayunar o mantener una charla con cualquiera de los huéspedes, además, en la parte superior hay una terraza muy bonita con vistas panorámicas que recomiendo subir a la noche para ver las estrellas. LOS PROPIETARIOS Y SUS HUÉSPEDES: Os animo a dejaros guiar por Ahmed, el siempre está dispuesto a ayudar con todo lo que necesitéis, nosotros estábamos tan a gusto que decidimos quedarnos una noche más para poder hacer las actividades que Siwa ofrecía, todas las habitaciones estaban ocupadas, pero Ahmed hizo todo lo posible y nos ofreció dormir en una pequeña estancia a la cual obviamente dijimos que sí. Recomiendo probar la comida de su mujer, productos naturales, recogidos y hechos en el momento que os van a encantar. PD: Tampoco quiero alargarme mucho más, pero sé a ciencia cierta que cuando vuelva a Siwa, volveré a alojarme en el mismo lugar, nos sentimos muy agradecidos de haber vivido esta experiencia y haberla podido compartir con las maravillosas personas que conocimos allí. Gracias Ahmed, Gomaa, Mohamed, Reem… y mil caricias para “Ramlee Markito”