Como cuencano de corazón, me encanta recibir personas de diferentes lugares porque me da la oportunidad de compartir no solo el alojamiento, sino también la cultura, la historia y tradición de mi ciudad. Disfruto de recomendar lugares que valen la pena visitar, ya sea en Navidad y durante la independencia de la ciudad. Me gusta que los huéspedes se sientan acompañados, orientados y bienvenidos desde el primer momento. Para mí no es solo cuestión de dar las llaves, sino de brindar una experiencia cálida, auténtica y cercana. Saber que alguien se va con buenos recuerdos y con ganas de volver es lo más gratificante de todo.

Nuestro alojamiento es único debido a su ubicación privilegiada en pleno centro histórico, a solo una cuadra de la Calle Larga y a pocos minutos caminando de museos, restaurantes, bares y la Catedral. Es un espacio pensado para que te relajes y disfrutes como si estuvieras en tu hogar. Te ofrecemos una atención personalizada: nosotros te recibimos en tu llegada para darte la bienvenida, asegurarnos de que todo esté en orden y ayudarte con cualquier recomendación, o necesidad que tengas. Queremos que sientas la calidez y hospitalidad que caracterizan a Cuenca. El departamento está completamente equipado, es cómodo, limpio y acogedor, ideal para familias, parejas o viajeros que valoran la tranquilidad y una buena ubicación.

Lo que más gusta del barrio es su ubicación privilegiada en el corazón del centro histórico de Cuenca, donde todo está cerca y se vive la ciudad a pie. Nuestro departamento está a solo una cuadra del famoso restaurante Tiestos, uno de los más reconocidos del país por su cocina ecuatoriana de autor y su ambiente acogedor “un lugar imperdible para quienes visitan la ciudad”. A pasos también se encuentra la animada Calle Larga, llena de vida, bares, cafeterías, tiendas de arte y cultura, y varios museos como el Museo Pumapungo, con su parque arqueológico, y el Museo de las Culturas Aborígenes, ideal para conocer la historia de los pueblos originarios del Ecuador. El Parque Calderón y la Catedral Nueva, con sus cúpulas azules, están a unos 10 minutos caminando. Todo el centro tiene una vibra especial, y según la época del año puedes disfrutar de ferias artesanales, música en vivo, luces navideñas o celebraciones patrias. Me gusta recomendar lugares y actividades según la temporada, ya que cada época tiene su encanto. En los alrededores hay muchos cafés tradicionales donde puedes probar bebidas típicas como la horchata, así como panaderías y restaurantes locales. También hay opciones de comida internacional, pero sin duda lo mejor es vivir lo auténtico cuencano. Es un barrio seguro, caminable y lleno de historia, perfecto para disfrutar de la ciudad con calma y con todos los servicios al alcance.