Borda de Fadrín es un pajar típico del Pirineo aragonés construido en piedra. Recientemente lo hemos reformado para ofreceros el mejor entorno de descanso en vuestra escapada. La borda se ubicada dentro de una era ajardinada (3.000m2) donde se encuentra también nuestra casa. Por tanto compartimos el jardín y la piscina. El pueblo es recogido y por eso no tiene bares ni tiendas. A cambio hay casas de las de antes, calma total, montaña y una maravillosa puesta de sol.

Hola, Somos Inma y Ángel. Manchega y jacetano de nacimiento. Hace casi 30 años que encontramos este trocito de monte que es Ipiés, y desde aquí recorremos junto a nuestra familia cada rincón del Pirineo. Hasta la pandemia alquilábamos una habitación de casa. Ahora hemos decidido reformar el pajar independiente para seguir recibiendo a aquellos que quieran conocer la zona. A petición vuestra podemos aconsejaros qué ver, dónde saborear los mejores platos o cómo aprovechar el tiempo según la época del año. Estamos de suerte hay variedad para todos los gustos y edades. Disponemos de folletos de la zona con horarios y explicaciones. ¡Cualquier duda, contacta!

Desde Borda de Fadrín hay muchos planes para disfrutar -Mirar las fotos y descubriréis algunos de ellos con sus tiempos de coche-. Desde la puerta de casa sale una pista que os llevará al antiguo Monasterio de Fanlo atravesando uno de los robles mas longevos del Pirineo. Si queréis la pista sigue y asciende hasta una cota de 1.300 metros para divisar por completo el Pirineo central e incluso llegar caminando hasta Yebra de Basa. Una vez nos subimos al coche, desde Ipiés se llega pronto a todas las pistas de esquí del Pirineo central. Formigal y Panticosa (en el valle de Tena) pero también a Candanchú y Astún (las del valle del Aragón). El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra más cerca gracias a la carretera Yebra-Fiscal. San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós, Siresa o las Iglesias mozárabes del Serrablo aportan un precioso y rico legado artístico y monumental (a partir del s. X) que satisface a cualquiera. Jaca añade a esto (Catedral, Museo diocesano, Ciudadela, Ayuntamiento...) la práctica del patinaje sobre hielo para todas las edades. Las poblaciones de Hecho, Ansó, Biescas y Sallent de Gállego seducen por su sabor popular y sus construcciones robustas de antaño. El Balneario de Panticosa aporta otra excusa perfecta para visitarnos. También recomendamos como ruta turística la posibilidad de tomar el tren en Sabiñánigo o Caldearenas para subir hasta Canfranc y visitar su imponente estación en medio del Pirineo. Merece la pena. Y si alguien prefiere cruzar la frontera, os podemos direccionar al contiguo Valle francés de L´Aspe. A sus pueblos medievales con ferias de artesanos en donde adquirir quesos, pan, Patés...