La casa de mi abuela está completamente reformada, conservándose algunos de sus muebles también restaurados. Construida en el año 1900 y situada en pleno casco histórico de Requena, a dos pasos de la plaza principal en la que hay varios restaurantes, las cuevas de la Villla y una bodega para hacer una cata de vinos, además de sus iglesias góticas. También podrás visitar distintas bodegas situadas a pocos km de Requena. Es una casa muy tranquila, acogedora en invierno y fresquita en verano.

Somos una familia que gestiona Ca la Abuela con mucho cariño, cuidando cada detalle para que cada huésped se sienta como en casa. Nos encanta recibir a personas de diferentes lugares y hacer que su experiencia sea cómoda, auténtica y relajada. Siempre estamos disponibles para ayudarte con cualquier duda, tanto antes como durante tu estancia. Si quieres conocernos mejor o ver un poco más sobre el alojamiento y el entorno, puedes buscarnos por el nombre completo de Ca la Abuela en internet: compartimos imágenes, recomendaciones y contenido que puede serte útil antes de tu visita. ¡Estaremos encantados de darte la bienvenida muy pronto!

La casa está situada en una de las calles principales del casco histórico de Requena. Se trata de un lugar muy tranquilo, en el que también podrás encontrar varios restaurantes, iglesias y las cuevas, construidas por los árabes recorren el subsuelo de la Plaza de La Villa y la mayoría de las casas adyacentes. Fueron utilizadas como refugios en las diferentes guerras y como silos para los cereales. Se conservan en ellas elementos para la elaboración de vinos (trullos, piqueras, trulletas, respiraderos y tinajas del siglo XII). Cuando era pequeño me encantaba ir a casa de mi abuela. En los veranos que pasaba allí, nada más entrar ya se sentía el fresquito y su olor tan característico. En cambio, cuando llegaba el frío, lo que más me gustaba era asar patatas y castañas en la estufa, con las piernas metidas debajo de la mesa camilla al calor del brasero. Pero sin duda, lo más divertido era ayudarle a preparar la comida para las gallinas que tenía en la cuadra. Actualmente la cosa ha cambiado bastante, ya no hay gallinas ni estufa de leña, y es que hace algunos unos años inicié el proyecto de la restauración de Ca la Abuela, con la intención de hacerla más mía pero sin olvidar su verdadera esencia. Ahora espero que los visitantes que vengan a la casa, se sientan tan cómodos como lo estaba yo el tiempo que estuve viviendo en ella.