Cal Carulla es una casa de payés del siglo XIV que, desde entonces, permanece en manos de la misma familia de agricultores. A lo largo de catorce generaciones, las antiguas dependencias agrícolas, como la prensa o el granero, han sido cuidadosamente restauradas, transformando este legado en seis acogedoras casas rurales llenas de encanto. Muestra de su excelente estado de conservación es que la casa está catalogada dentro del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Fieles a sus raíces, la saga Carulla combina la tradición agrícola del cultivo de cereales con un modelo de turismo sostenible y responsable. Laura se encarga de la gestión y la atención a los huéspedes, mientras que Josep Maria, su padre, es el encargado del mantenimiento y de cuidar los jardines y los animales. Garantizando el confort y la autenticidad de la vida rural. Juntos, os recibirán con la calidez de quien abre las puertas de su hogar y os invitarán a formar parte de una historia viva que se transmite de generación en generación.

Alojamientos de estilo rústico con encanto, donde la tradición se combina con el confort moderno. Cada casa es única y está cuidada hasta el último detalle: chimenea, cocina completamente equipada, barbacoa privada con mobiliario exterior, muros de piedra, vigas de madera originales y piezas antiguas que conservan la esencia del pasado. Cal Carulla ofrece amplios espacios comunes, como un jardín con piscina exterior, pérgola y sala de juegos con ping-pong. También dispone de zonas infantiles y actividades de ocio, entre ellas una canasta de baloncesto, alquiler de bicicletas y un corral con aves y caballos, que acercan al visitante a la vida en el campo. Los huéspedes pueden disfrutar de sesiones privadas en la piscina interior, un exclusivo SPA con chorros de aire, cascada, natación contracorriente y cromoterapia. Para más información o tarifas, consultar previamente. El establecimiento cuenta además con otros servicios complementarios como alquiler de bicicletas, venta de carbón y leña, posibilidad de visitas externas y admisión de mascotas (sujeto a condiciones). El número de habitaciones y el precio varían según el número de huéspedes incluidos en la reserva. Si el grupo es inferior a la capacidad total de la casa, se habilitarán únicamente las habitaciones necesarias. En caso de ampliarse el número de ocupantes o de habitaciones, la tarifa se ajustará en consecuencia. Los niños menores de 24 meses que no utilicen cama no se contabilizan como plaza.

Situado en L’Astor, en el corazón de Cataluña y a tan solo 85 km de Barcelona, Cal Carulla se alza en un pequeño pueblo medieval de apenas veinte habitantes. Sus construcciones de piedra y calles abovedadas conservan el encanto de los siglos y la serenidad de la vida rural, rodeadas de campos de cereal y pequeños bosques. El entorno ofrece un sinfín de posibilidades para descubrir la Cataluña más auténtica. En la zona se esconden pueblos con historia, tradiciones vivas y una exquisita gastronomía local que reflejan la esencia de la Anoia y la Segarra. Es posible realizar rutas a pie o en bicicleta hasta el nacimiento del río Sió o seguir la Ruta de los Cinco Pueblos de Piedra. En los alrededores se pueden recorrer encantadores pueblos medievales como Montfalcó Murallat, Calaf o Copons. Gracias a su ubicación central, Cal Carulla es el punto de partida ideal para explorar todo el territorio. A menos de una hora se encuentran Barcelona y Lérida, así como los aeropuertos de El Prat y Reus. Ciudades como Cervera o Igualada están a apenas veinte minutos, mientras que Manresa, Tàrrega, Solsona, Cardona, las montañas de Montserrat o la Ruta del Cister se hallan alrededor de cuarenta minutos. Si te apetece una escapada a la costa, las playas de Sitges, así como los destinos de Tarragona o PortAventura, se alcanzan en poco más de una hora. Y si prefieres la montaña, los Pirineos, Port del Comte o incluso Andorra están a menos de dos horas. Un enclave privilegiado, en equilibrio entre el mar, la montaña y los campos dorados, donde el tiempo se detiene y se respira la esencia de Cataluña.