Encanto histórico mallorquín Adéntrese en la elegancia atemporal de esta finca restaurada de 1919, ubicada en la cima de una colina con vistas a Petra. Construida con gruesos muros de piedra y adornada con muebles antiguos, vigas vistas e interiores revestidos de piedra, esta casa de 270 m² combina historia con confort moderno. Distribuida en dos plantas, ofrece cuatro amplios dormitorios, cinco baños y un acogedor salón-comedor con chimenea, perfecto para reunirse después de un día de turismo. La cocina totalmente equipada hace que cocinar sea un deleite, mientras que la calefacción central de gasóleo garantiza comodidad durante todo el año. Escapada privada al aire libre Rodeada de 20.000 m² de campo, la villa le invita a relajarse en total privacidad. Pasee por los cuidados jardines a la sombra de árboles centenarios, disfrute de largas tardes en el porche amueblado o dese un refrescante chapuzón en la piscina de 10x5 m. Con tumbonas, barbacoa y ducha exterior, la casa está diseñada tanto para la relajación como para compartir momentos. Desde las vistas del amanecer hasta las tardes bajo las estrellas, cada detalle de la finca invita a un ritmo más pausado y consciente. Ubicación ideal en Petra A solo 3 km de las encantadoras calles, cafeterías y tiendas locales de Petra, la casa ofrece fácil acceso a la auténtica vida mallorquina. Un corto trayecto en coche le llevará a las playas doradas y las aguas cristalinas de la costa de la isla, a unos 20 km de distancia. Ya sea que esté saboreando los sabores mediterráneos en el pueblo, explorando los viñedos cercanos o disfrutando de la tranquilidad de la ladera, esta casa le permite conectar con la cultura y la costa.