Hola, estaremos disponibles desde que reserves para cualquier duda que tengas en relación con tu reserva, así como para asistirte en todo lo que necesites durante tu estancia. ¡Estamos deseando recibirte! La historia de esta casa comienza hace más de 60 años, cuando nuestros abuelos se conocieron. Ellos hicieron de este lugar su hogar, construyeron una familia y dejaron un legado que sigue tangible entre nosotros, sus hijos, nietos, bisnietos y que ahora queremos compartir con ustedes, los futuros huéspedes, para que puedan sentir la misma magia de la que nosotros hemos sido testigos. Amaranto nace en la actualidad del juego de letras de los nombres de nuestros abuelos, María y Antonio, a los que hemos querido tener siempre presentes porque ellos representan los cimientos de este lugar. Este nombre que comienza con la palabra “amar” es un pequeño homenaje hacia ellos porque fueron ejemplo de un verdadero amor y una lección de fortaleza. Casualmente, esta palabra coincide con el nombre de una planta de origen mexicano, cuyo significado es “la flor que no se marchita, que perdura en el tiempo”, y es que aunque ya no estén con nosotros, su memoria y su amor permanecen para siempre en el corazón de todos aquellos que los conocieron. Amaranto es un refugio donde podemos ser nosotros mismos y encontrar paz y tranquilidad. Es un lugar donde siempre seremos bienvenidos. Cada rincón está lleno de amor y gratitud y nos recuerda la importancia de la familia y la conexión humana. Su puerta está siempre abierta, lista para recibir a aquellos que necesitan un respiro en su camino, donde podemos desconectarnos del mundo exterior y conectarnos con nosotros mismos. En ella aprendemos a valorar las pequeñas cosas de la vida: Una taza de café caliente por la mañana, una conversación sincera con un ser querido o simplemente descansar tranquilamente. Nos enseña que la felicidad está en las cosas sencillas. Amaranto es más que una casa, aquí encontramos nuestro refugio.

La historia de esta casa comienza con nuestros abuelos, ellos nos han dejado un legado que queremos compartir con ustedes para que puedan sentir la magia de la que nosotros hemos sido testigos. Amaranto es un remanso de paz y tranquilidad, idóneo para recibir a aquellos que necesitan un respiro en su camino, donde podemos desconectar del mundo exterior y conectar con nosotros mismos. Nos enseña que la felicidad está en las cosas sencillas. Amaranto es más que una casa, es nuestro refugio. ''Casa Amaranto'' cuenta con un dormitorio doble con cama matrimonial, un salón acogedor, un cómodo baño, una cocina perfectamente equipada, una sala de estar con un sofá cama y espacio para teletrabajar, una terraza con vistas inmejorables hacia el Océano Atlántico y hacia el mar de plataneras que caracteriza los paisajes de La Palma, así como con una plaza de parking.

Ubicada en un punto estratégico para visitar las piscinas del Charco Azul o la playa del Puerto Espíndola, a escasos 5 minutos. Muy cerca del pueblito costero de San Andrés, lugar mágico repleto de tradición, historía y belleza, donde además podrán encontrar muy buenos restaurantes de pescado fresco. Asimismo, a 5 minutos del pueblo de Los Sauces, donde encontrarán todos los servicios básicos: farmacias, supermercados, centro de salud, cafeterías y restaurantes.