Casa centenaria que conserva el sabor típico alpujarreño. Por sus singularidades, goza del nivel de protección 4. Al no poder modificarse la estructura, la distribución es muy parecida a la original. La última planta (antes secadero o cámara) alberga dos dormitorios (originariamente había uno) cuyo techo es algo bajo. Consta de unas escaleras con bastante desnivel. Está ubicada en el Barrio Hondo, seguramente el más tradicional y tranquilo del pueblo. El acceso desde los aparcamientos es por calles peatonales (con bastante desnivel) y a unos ocho minutos. La vista desde su balcón hará que te merezca la pena. Todo el Poqueira, Bubión y Pampaneira a tus pies.

Quedo atrapado en los silencios de la casa mientras contemplo el barranco del Poqueira (de día) o el baile del fuego de la chimenea de noche en invierno. Me gusta pasear por las calles de Capileira y bajar al rio o pasear hasta la Cebadilla. Disfrutar del balcón y tapear en los bares del pueblo. El Barrio Hondo es muy tradicional. Tiene un mirador donde podrás entablar relación con otros habitantes del barrio y sentarte a disfrutar de la paz y el sonido de la fuente que se ubica ahí. Muy cerca, en la calle de abajo, existió una mezquita donde ahora hay una vivienda.

Está ubicada en la parte baja del pueblo, lo que le confiere un ambiente único de paz y sosiego por ser calles no transitables para vehículos. Al final de la calle, hay un mirador único y un antiguo lavadero. Uno de los encantos de Capileira son sus angostas y empinadas calles. El pueblo en si está en la ladera de una montaña.