Los orígenes de Casa Mangana se remontan a una antigua bodega familiar que fue remodelada y transformada en vivienda en el año 1.971. La reforma integral llevada a cabo en la primera mitad del año 2.025 reveló los techos abovedados de la vieja bodega que habían permanecido ocultos durante más de 50 años, y que han sido conservados y restaurados respetando la construcción original del edificio. Las amplias y confortables estancias de Casa Mangana, que conforman una estructura de tres plantas orientada al suroeste, están bañadas por la luz vespertina natural hasta el atardecer, y todas ellas cuentan con calefacción, aire acondicionado y enchufes junto a las camas. La cocina está totalmente equipada y en perfectas condiciones de uso.

Anastasia, una agradecida heredera del hogar familiar y de sus valores de trabajo, esfuerzo y humildad, que con su cuidada decoración ha tratado de transmitir a sus huéspedes el cariño tan especial que tiene por la vivienda, por su casa.

Se trata de un barrio humilde y tranquilo, lleno de gente afable. En las cercanías podemos encontrar pequeñas tiendas de alimentación, y también plazoletas con bares y restaurantes, así como parques con zonas deportivas. Tiene un acceso rápido y sencillo desde las autovías A-4 y A-43 a través de la N-420, y también está bien comunicado con el Parque Nacional Las Tablas de Daimiel (a poco más de 11 km). Muy buena ubicación cerca del centro de la ciudad.