Acojedora vivienda rural dentro del casco histórico de Montejaque (Barrio Nazarí).

Barrio Nazarí de Montejaque. Siempre hay nieve en Montejaque. Los copos, que son las casas encaladas, se mantienen perennes a pesar de las temperaturas. Sin embargo, no se siente frío. Hay calidez y luminosidad porque el blanco también es un espejo del sol. El máximo de blancura tiene su punto álgido en el barrio Nazarí que posee un conjunto de vías muy estrechas que se van entrelazando entre sí. De origen árabe, sus calles se ven engalanadas por las plantas que realzan las tonalidades verdes gracias al cuidado y mimo que le ponen sus vecinos. Quizá uno de los mejores puntos para tener una perspectiva de conjunto sea el mirador del Karst situado en la cima de una loma de la localidad. Desde allí, se divisa ese manto níveo roto únicamente por el color de los tejados. El barrio Nazarí es la plasmación del mágico espíritu andalusí. (Guía Repsol)