Justo a las afueras del pequeño y encantador pueblo de El Pinar, el cual cuenta con todas las opciones de suministro, se encuentra a tan solo unos cinco minutos en coche, a unos 650 metros de altura, y en medio de una reserva de la biosfera certificada por la UNESCO, la pequeña Casa Rural “Los Santillos”, amueblada de forma encantadora y con mucha comodidad. La casa cuenta con unos 50m² de superficie, además de un altillo abierto, de unos 10m², como segundo dormitorio. De este modo la casa puede albergar hasta 5 personas. La sala de estar está conectada al dormitorio superior por una escalera de madera de fácil acceso (escalones anchos). Adicionalmente hay otro dormitorio cerrado con salida independiente a la terraza. Tanto la cocina, como el baño, el salón y el dormitorio son muy cómodos y están bien equipados. La casa ofrece unos colchones excelentes, acceso a WiFi, TV de pantalla plana, con programas de televisión en alemán y español, lavadora, refrigerador con congelador y cuatro fogones de gas para cocinar. Adicionalmente este pequeño paraíso presenta una pequeña cueva volcánica, acondicionada como habitación con barbacoa, para disfrutar de unas noches muy especiales.

“En medio de la nada” esta ubicación ofrece unas vistas panorámicas de 180 grados al océano Atlántico durante el día, y durante las noches despejadas, un cielo estrellado impresionante. Además, al estar situada al sureste de la isla, los huéspedes experimentan un clima excelente desde la mañana, hasta la fantástica puesta de sol a la noche. Los amantes del senderismo pueden disfrutar de numerosos senderos muy antiguos emblemáticos de la isla, perfectamente señalizados y muy cerca de la casa. Estos caminos, bien transitables con calzado apropiado, llevan (entre muchos otros destinos) a La Restinga y Tacorón. Especialmente en el puerto pesquero de La Restinga, incluso con la marea revuelta, se pueden tomar baños en el océano Atlántico perfectamente. Otro camino lleva a Tacorón, una zona de baño muy encantadora, que cuenta con varias piscinas naturales, formadas por los volcanes, y muy bien acondicionadas para bañarse. Si no apetece caminar, estos sitios también se pueden alcanzar en coche, en tan solo unos 20 minutos aproximadamente. Cualquiera que ame la soledad y la tranquilidad en medio del joven paisaje volcánico, difícilmente encontrará una estancia comparable.