La casa de indiano fue construida por mi abuelo paterno, sus padres eran de Arredondo en Cantabria y se dedicaban al comercio de telas por los pueblos de la costa con un carro, hasta que se establecieron en San Martín de Luiña donde pusieron una tienda textil, comenzaron con el negocio de la madera y construyeron un horno donde obtenían cal viva en el que alcanzaban los 1000 ºC. Fueron de los primeros en emplear una máquina de vapor para aserrar en el bosque, pero con la llegada de la electricidad construyeron el aserradero, hicieron el primer molino harinero eléctrico en la zona y una panadería aprovechando las sobras de la madera. Al poco ordenaron la construcción de la casa de indiano a un maestro ebanista vecino del pueblo que se había encargado de hacer magníficos trabajos en la construcción de los palacios de indiano del vecino Somao. Lo llamaban Manolón el de la Coxa y fue quien diseñó la casa para la que realizó unos trabajos en madera únicos e incomparables -galerías y aleros- con el resto de casas de indiano. Hemos restaurado el edificio y construido 5 apartamentos respetando su distribución original. En el pajar hemos construido 2 encantadores lofts.

La zona de Cudillero no deja a nadie indiferente: nuestros clientes agradecen la tranquilidad de sus pequeños pueblos, la amplitud de sus playas y la belleza de sus paisajes. No podemos olvidar la gastronomía: donde quiera que vayan encontrarán platos tradicionales por todos conocidos, como la popular fabada, ya sea con almejas o la típica a base de chacinas, los pescados frescos del Cantábrico o las estupendas carnes asturianas ( ya sea el apreciado cachopo de ternera o el pollo de corral)