Edennia es más que un alojamiento: es un santuario en la naturaleza. Un cortijo centenario restaurado con alma, rodeado de 30 hectáreas vírgenes junto al río Algodor. 15 habitaciones con baño privado y un salón-comedor rodean varios patios manchegos, con capacidad para 26 personas (ampliable hasta 65). Ideal para retiros, encuentros, eventos o simplemente descansar. Edennia puede alquilarse como hotel con cocina compartida, comedor, piscina y terrazas, o bien reservarse de forma exclusiva para grupos grandes. Aquí también se celebran bodas, formaciones y experiencias conscientes. Nuestro equipo ofrece catering propio, decoración, producción de eventos y acompañamiento integral. Si buscas un lugar único para vivir momentos especiales, Edennia es El Cielo en La Tierra. ¡Consulta si deseas alquilar todo el complejo, o solo una parte!

En esta reserva estás alquilando Edennia en formato alojamiento rural tipo hotel: 15 habitaciones dobles con baño privado, cocina compartida, salones, terrazas, patios, piscina y zonas comunes diseñadas con materiales nobles, respetando la arquitectura tradicional. La capacidad base es de 26 personas, con opción de ampliar hasta 65 por veinticinco euros/persona/noche adicional. Se puede alquilar por habitaciones o en grupo, según disponibilidad. También existe la opción de reservar todo el complejo en exclusiva para eventos, celebraciones o retiros, con una fianza de mil euros y condiciones especiales. Si reservas todo el conjunto, puedes utilizar espacios adicionales como carpa, porches y zonas exteriores para diseñar una experiencia completa. La finca está completamente rodeada de naturaleza, sin ruidos y con total privacidad. Somos un lugar consciente, habitado por personas, animales y proyectos que cuidan el entorno, promoviendo el silencio, el bienestar y la libertad de ser.

Edennia está situada en un entorno rural privilegiado, dentro de la comarca de los Montes de Toledo, a solo 1 hora de Madrid y 20 minutos de Toledo capital. Rodeada de olivares, monte bajo y senderos naturales, la finca está completamente aislada de núcleos urbanos, lo que garantiza una desconexión total del ruido, el estrés y la prisa. Aquí conviven personas, animales y naturaleza en armonía. Es un espacio consciente, habitado por una pequeña comunidad que cuida el entorno, la paz y la energía del lugar. Encontrarás gatos, perros, gallinas y a veces también visitantes ilustres como ciervos o aves rapaces. Pedimos siempre respeto por el entorno, por el silencio y por quienes habitan este pequeño paraíso. Ideal para quienes buscan un lugar real, natural, auténtico. Donde la vida se mueve más despacio, en conexión con lo esencial.