Situada en el pueblo de La Adrada, en el casco antiguo, a escasos 150m de la Plaza Mayor. Por su situación céntrica, se halla rodeada de restaurantes, cafés y terrazas. Ubicación perfecta para disfrutar de la vida del pueblo. La casa es un antiguo obrador de pan, reconstruido recientemente y transformado en casa rural. La remodelación ha conservado todo el duende de la casa, respetando fachadas exteriores y espacios interiores, aunque su interior aporta cierto encanto ibicenco. Destaca su amplio patio, la barbacoa y una zona común al aire libre. Toda la casa se ha rehabilitado pensando en su nuevo uso, de manera que está inspirada y rediseñada para ofrecer el máximo confort, tranquilidad y relax. Aquí podrás encontrar paz y tranquilidad. El alojamiento dispone de tres habitaciones (dos con sendas camas de matrimonio y una con dos camas individuales). A esta capacidad (6 personas), pueden añadirse otras dos camas supletorias (alcanzando una capacidad máxima de 8 personas). Cuenta con patio, cocina equipada, dos baños, TV, wifi y se puede aparcar el coche en la acera, junto a la casa. Toda la vivienda está en planta baja, por lo que es adecuada para niños pequeños y personas mayores

La Adrada es un lugar con muchos lugares con encanto, siendo uno de sus puntos fuertes el contacto con la naturaleza y la Historia (castillo medieval, la garganta de Santa María, la presa de la Adrada, el puente romano, el mirador astronómico, las piscinas naturales y sus muchos caminos y recovecos que harán las delicias de cualquier excursión.