En el corazón de la isla de Fuerteventura se encuentra una casa rural encantadora, romántica y familiar, un remanso de paz y serenidad donde el tiempo parece detenerse. Aquí encontrarán un refugio tranquilo en medio de la naturaleza, rodeados de aire fresco, vistas panorámicas y cerca de las mejores playas de Fuerteventura. La casa consta de unos 200 m2. distribuidos en una sola planta decorada con muebles de madera oscura y detalles artesanales que reflejan la cultura y la historia de la isla. En el interior, un amplio salón, una cocina completamente equipada, 3 dormitorios dobles, 2 baños y un aseo (dos de ellos con 2 camas individuales y el tercero en suite con baño propio). Los dormitorios son acogedores y prometen noches de sueño reparador. Desde las ventanas se puede admirar el paisaje circundante, despertando cada mañana con las vistas más espectaculares. El exterior, se puede disfrutar de una cocina con zona de barbacoa y horno de leña, perfecta para disfrutar de comidas al aire libre bajo el cielo estrellado. Un jardín cuidadosamente cuidado ofrece que incluye una casita infantil junto a una piscina privada (vallada) que invita a refrescarse durante los cálidos días de verano. La casa es mucho más que un simple alojamiento; es un refugio donde se puede desconectar del bullicio de la vida cotidiana y reconectar con la naturaleza en su estado más puro. Es el lugar ideal para aquellos que buscan una escapada tranquila y rejuvenecedora en una de las islas más hermosas de Canarias.

Muy cerca de la Playa de Sotavento, una de las mejores de Europa. Ideal para hacer senderismo y practicar deportes acuáticos como el surf, kitesurf y windsurf.