Encanto tradicional mallorquín Esta casa de vacaciones en Petra, bellamente restaurada, combina una decoración clásica con el cálido carácter isleño, ofreciendo un remanso de paz para familias y grupos. Con cuatro acogedores dormitorios, un amplio salón y una cocina totalmente equipada, crea el entorno perfecto para relajarse en compañía. Detalles cuidados, desde muebles de inspiración antigua hasta luminosas zonas comunes, garantizan un ambiente acogedor. Vida relajada al aire libre Salga a disfrutar de la piscina privada rodeada de un jardín amueblado, donde las tumbonas invitan a largas tardes bajo el cielo mallorquín. Una terraza a la sombra ofrece un espacio cómodo para comidas al aire libre o copas por la noche, mientras que el balcón de la primera planta ofrece relajantes vistas al campo. Tanto si prefiere un refrescante baño como mañanas tranquilas con un libro, los espacios exteriores de la casa ofrecen una gran variedad. Explore y cene en los alrededores El pueblo de Petra, a solo unos minutos, cautiva a los visitantes con sus cafés locales, mercados tradicionales y auténtica gastronomía mallorquina. Para escapadas costeras, las doradas playas de Can Picafort y Playa de Muro se encuentran a solo 20 km, ideales para excursiones de un día llenas de sol y mar. Quienes deseen explorar más pueden llegar a Palma en poco menos de una hora, combinando lugares de interés cultural, compras y vibrantes opciones gastronómicas antes de regresar a la tranquilidad del campo de Petra.