En un entorno privilegiado, cargado de historia, emoción y aventura, queremos que te sientas como en casa. De reciente construcción, 2009, cuenta con todas las comodidades necesarias, para pasar unos días en el valle del Linares, junto a la Sierra de Alcarama, enmarcado por la Reserva de la Biosfera, y eso quiere decir, que nuestro hostal se localiza en un territorio especial, que busca el desarrollo de sus habitantes en consonancia con la conservación del entorno, propiciando la relación entre el hombre y la naturaleza, y por eso, la UNESCO nos ha otorgado dicha distinción. En lo que a Peñacárdena respecta, intentamos contribuir a esa causa, y nos resulta muy fácil, ya que disponemos de los mejores medios para llevarlo a cabo, y sobre todo para que nuestros clientes mantengan esa misma relación hombre-naturaleza.

Nos gusta la naturaleza, los productos de la tierra: el aceite de oliva de nuestro trujal, la miel de nuestras flores, pasear por la sierra, y sobre todo la tranquilidad. También hay días en los que nos gusta salir, disfrutar de los eventos propuestos, de la fiestas, de las jornadas micológicas... Cada día es diferente del anterior, depende del ánimo, lo elijes tú.

Entender Igea, es entender su pasado, y para ello, lo primero es conocer el Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja. Allí se explica, de forma muy didáctica, cuando y por qué pasearon por aquí los dinosaurios, y cómo era el ecosistema de entonces. Después, esencial visitar "La Era del Peladillo",un yacimiento de huellas de dinosaurio, referente a nivel mundial, que contiene casi 2000 pisadas. A continuación otra de nuestras maravillas: el Tronco Fósil, ahora ya convertido en roca por el paso del tiempo. Para completar la ruta, pueden visitar otros yacimientos sitos en localidades colindantes. Si lo que quieres es conocer la historia más cercana de Igea, te invitamos a contemplar el Palacio del Marqués de Casa Torre, del siglo s. XVIII, que resulta ser el edifico civil más importante de La Rioja. Un paseo por la villa, te hará descubrir casas solariegas, que aún guardan escudos centenarios cargados de historia. Uno no puede marcharse sin visitar la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, con un retablo mayor, hace poco restaurado, que quita el hipo. Otras alternativas a realizar: rutas en bici, caminatas, turismo de estrellas, o incluso, para los más salvajes, la caza.