En Irati Barnean creemos que el verdadero lujo está en la sencillez. Nacimos con el propósito de ofrecer un lugar donde desconectar del ruido para volver a conectar con uno mismo, con la naturaleza y con el tiempo. Nuestro nombre significa “en el corazón de Irati”, porque eso somos: una experiencia auténtica dentro del bosque, donde la calma y el respeto por el entorno lo son todo. Somos un pequeño equipo navarro que cuida cada detalle con mimo y coherencia. Aunque no estamos físicamente en el alojamiento, acompañamos cada estancia de forma cercana y atenta, para que todo fluya con serenidad y confianza. Nuestra forma de trabajar es sencilla: cuidar lo invisible. Desde la limpieza silenciosa hasta el desayuno preparado cada mañana, todo está pensado para que sientas paz y comodidad. Nos inspira la belleza de lo natural, el ritmo del bosque y el arte de vivir despacio. Creemos en un turismo consciente, que protege lo que ama y deja huella solo en la memoria.

En Irati Barnean hemos creado un refugio donde el silencio se escucha y la naturaleza marca el ritmo de cada día. Nuestros iglús, integrados en pleno corazón de la Selva de Irati, invitan a vivir el tiempo con calma: dormir bajo el cielo abierto, despertar entre hayas y sentir que el mundo se detiene por un instante. El clima aquí cambia con frecuencia. Hay noches de estrellas infinitas, días de niebla suave o lluvias que perfuman el aire. Cada momento tiene su encanto y forma parte de la experiencia de vivir dentro de Irati, en contacto directo con la naturaleza. El acceso se realiza por una pista sin asfaltar, pero cualquier vehículo puede llegar sin problema si se conduce con suavidad. La entrada es autónoma, pensada para disfrutar a vuestro ritmo y con total privacidad. Aun así, estamos siempre disponibles para lo que necesitéis. Cada mañana encontrarás el desayuno preparado en tu iglú: sencillo, fresco y con productos locales. Para la cena, recomendamos nuestro pack degustación de productos navarros, una opción perfecta para disfrutar sin salir del alojamiento y aprovechar al máximo el entorno. En los pueblos cercanos —como Orbaizeta, Roncesvalles, Burguete u Ochagavía— hay bares y restaurantes, pero la zona es pequeña y muy visitada. En temporada alta puede haber masificación, y en temporada baja algunos establecimientos permanecen cerrados. Por eso recomendamos planificar la visita con antelación, especialmente en lo referente a comidas y combustible. Aquí todo invita a desconectar, contemplar y reconectar con lo esencial: el bosque, el silencio y el placer de no tener prisa.

Estamos en el corazón mismo de la Selva de Irati, el hayedo-abetal más extenso y uno de los más hermosos de Europa. De ahí nuestro nombre: Irati Barnean, “dentro del Irati”. Desde nuestros iglús puedes salir directamente a caminar entre hayas, seguir rutas de senderismo, observar estrellas o simplemente dejar pasar el tiempo. Los sonidos del viento, la lluvia o los pájaros sustituyen al ruido de la rutina. Los pueblos del valle de Aezkoa —Orbaizeta, Roncesvalles, Burguete y Ochagavía— ofrecen pequeños restaurantes, tiendas locales y rincones llenos de historia. Conviene organizar la visita con antelación, tanto en temporada alta, cuando la afluencia es grande, como en temporada baja, cuando algunos servicios permanecen cerrados. A cambio, te espera un entorno natural privilegiado, donde el silencio tiene su propio lenguaje y cada paso se convierte en una experiencia. Aquí la naturaleza no se visita: se habita.