La Cantonada es una encantadora casa rural situada en el corazón de Canet lo Roig, un pintoresco municipio del Baix Maestrat. Rehabilitada con sensibilidad, conserva la estructura original de piedra y madera, combinando tradición y confort. Con capacidad para hasta 12 personas, es perfecta para familias, grupos de amigos o escapadas en pareja que busquen tranquilidad y conexión con la naturaleza. La casa se distribuye en varios niveles y cuenta con espacios amplios y luminosos: habitaciones decoradas con detalles rústicos, una cocina totalmente equipada, un salón con chimenea para los días de invierno y un comedor amplio donde compartir comidas y sobremesas. Cada rincón transmite calidez, cuidando los detalles para ofrecer una estancia cómoda y acogedora. Ubicada en una zona privilegiada del casco antiguo, desde La Cantonada es posible descubrir a pie el patrimonio histórico del pueblo, como la iglesia-fortaleza de Sant Miquel o la Plaza Mayor. Además, Canet lo Roig es un destino ideal para el oleoturismo: el término municipal alberga más de mil olivos milenarios, algunos con más de 2.000 años de historia. Desde la casa pueden iniciarse rutas entre estos árboles monumentales, visitar almazaras locales y degustar aceites de oliva virgen extra de gran calidad. La Cantonada no es solo un alojamiento, sino una experiencia que conecta con la esencia rural del interior de Castellón: calma, paisaje, cultura y sabor.

Canet lo Roig es un encantador municipio del Baix Maestrat (Castellón) que enamora por su riqueza natural, su patrimonio histórico y, sobre todo, por su vinculación ancestral con el cultivo del olivo. Rodeado de un mar de olivos milenarios, algunos con más de 2.000 años de vida, Canet se ha consolidado como un destino de referencia en el ámbito del oleoturismo. Aquí, el visitante puede recorrer rutas señalizadas entre estos majestuosos árboles monumentales, conocer su historia, admirar su impresionante porte y descubrir el proceso artesanal de elaboración del aceite de oliva virgen extra, producto estrella de la zona. La visita a almazaras locales, como Cannetum, permite disfrutar de catas de aceite, comprar productos de proximidad y aprender sobre la cultura del olivo, tan profundamente arraigada en el territorio. Además del oleoturismo, Canet lo Roig ofrece un casco antiguo lleno de encanto, con calles empedradas, casas de piedra y monumentos como la iglesia-fortaleza de Sant Miquel, construida en el siglo XIII. El entorno natural invita al senderismo, las rutas en bicicleta y la observación de fauna mediterránea, todo ello en un ambiente tranquilo y auténtico, lejos del turismo masificado. Gastronomía local, fiestas tradicionales, hospitalidad rural y un paisaje de olivos únicos en el mundo hacen de Canet lo Roig un destino ideal para quienes buscan conectar con la tierra, la historia y los sabores del interior de la Comunitat Valenciana.