Esta encantadora casa rural de montaña combina el confort moderno con el encanto rústico, ofreciendo todo lo necesario para una estancia cómoda, relajante y en plena naturaleza. Perfecta para familias, grupos de amigos o parejas que desean disfrutar de unos días de tranquilidad, esta vivienda está diseñada para alojar hasta 7 personas, con espacios amplios, luminosos y cuidadosamente decorados. La casa cuenta con dos habitaciones: Habitación principal: equipada con una cama doble muy cómoda, armario. Segunda habitación: dispone de dos camas individuales, también con armario. En el salón, encontrarás un sofá cama doble. Además, hay disponible una cama supletoria gratuita adecuada para cualquier edad, práctica y cómoda. Para los más pequeños, la casa dispone de una cuna apta para niños de hasta 3 años, sin coste adicional. En conjunto, la casa puede alojar a hasta 7 personas más 1 bebé. El alojamiento dispone de dos baños completos, ambos equipados con ducha, toallas, secador de pelo y artículos básicos de aseo, garantizando comodidad para todos los huéspedes. La cocina-salón se trata de una estancia diáfana con una cocina totalmente equipada, horno, microondas, lavavajillas, lavadora, cafetera, tostadora, vitrocerámica, menaje y utensilios. Junto al comedor y una zona de estar con sofá y televisión de pantalla plana. El exterior privado de la casa es uno de sus mayores atractivos: un amplio jardín con piscina, zona de césped y un cenador cubierto equipado con barbacoa, fregadero y mesa exterior, ideal para cocinar y comer/cenar al aire libre durante los meses cálidos. Este espacio invita a relajarse bajo el sol, disfrutar de una comida familiar o simplemente contemplar las vistas de la naturaleza. El alojamiento incluye Wi-Fi gratuito, calefacción, aire acondicionado, para que tu estancia sea lo más cómoda posible. Gracias a su combinación de confort, amplitud y entorno natural, esta casa es perfecta para una escapada rural.

Disfruto compartiendo este rincón de la montaña porque considero que desconectar en la naturaleza es una necesidad real hoy en día. Esta casa nació como un refugio personal y con el tiempo se ha convertido en un lugar que me encanta compartir con viajeros que buscan lo mismo: tranquilidad, aire puro y bienestar. Ver cómo las familias, parejas o amigos disfrutan del jardín, la piscina o una cena al atardecer bajo el cenador, es la mejor recompensa como anfitrión.

La casa está situada en un entorno privilegiado, rodeada de rutas naturales. El pueblo conserva todo su encanto rural: calles empedradas, casas tradicionales, plazas pequeñas y un ambiente acogedor. En el centro del pueblo podrás encontrar restaurantes que ofrecen platos típicos de la zona, donde destacan los guisos caseros, carne a la brasa y postres tradicionales.