Charly Casa Rural es una empresa familiar donde la pasión por el bienestar del huésped late en cada detalle. De tamaño pequeño pero de corazón enorme, nos dedicamos en cuerpo y alma a ofrecer una experiencia única y personalizada. Nuestra esencia reside en la cercanía con el cliente, estableciendo un vínculo genuino para comprender y anticipar las necesidades de cada grupo. Nos consideramos anfitriones más que gestores, volcándonos en crear un ambiente acogedor y familiar desde el momento de la reserva hasta la despedida. Cada estancia en La Colina de Charly es diseñada a medida, adaptándonos a los intereses y requerimientos específicos de familias, grupos de amigos o empresas. Para las familias y grupos de amigos, buscamos ser el escenario de recuerdos imborrables. Facilitamos la convivencia, el disfrute de los espacios comunes y privados, y ofrecemos recomendaciones personalizadas para explorar el entorno, desde rutas de senderismo hasta los mejores restaurantes locales. Para las empresas, entendemos la importancia de un entorno que fomente la conexión y la productividad. Nuestra conexión a internet de alta velocidad por fibra óptica asegura la operatividad, mientras que la tranquilidad del entorno natural invita a desconectar del estrés diario y fortalecer los lazos de equipo. Podemos adaptarnos a necesidades específicas para retiros, sesiones de brainstorming o actividades de team-building. Para aquellos que buscan relax y bienestar, La Colina de Charly ofrece un remanso de paz. La tranquilidad que se respira en la finca y las vistas inspiradoras contribuyen a una desconexión total. Nuestro servicio se enfoca en garantizar un ambiente sereno y confortable para recargar energías. En Charly Casa Rural, la atención al detalle y el trato cercano son nuestra seña de identidad. Nos esforzamos por superar las expectativas, ofreciendo un servicio de anfitrión atento y personalizado que marca la diferencia. No somos solo un alojamiento; somos un hogar temporal donde cada

¡Descubre La Colina de Charly, tu refugio ideal en el corazón del maravilloso valle de Guadalest! Esta impresionante casa rural, con capacidad para hasta 15 personas, te ofrece una estancia inolvidable rodeado de la belleza natural de la montaña alicantina. Imagina despertar en una de sus 7 espaciosas suites, cada una con su propio baño privado, garantizando privacidad y comodidad para todos tus invitados. La casa está equipada con todas las comodidades que necesitas para una estancia perfecta en cualquier época del año. Disfruta de la calidez de la calefacción central en los meses más frescos y del frescor de la montaña en verano. Reúnete con tus seres queridos en el amplio salón con chimenea, ideal para veladas acogedoras. La cocina de planta abierta está totalmente equipada, facilitando la preparación de deliciosas comidas para compartir. El exterior de La Colina de Charly es un verdadero paraíso. Sumérgete en la refrescante piscina en los días soleados o prepara una sabrosa barbacoa en el área designada mientras disfrutas de las vistas panorámicas. La extensa finca privada de más de 5.000 metros cuadrados alberga un hermoso bosque de pinos, perfecto para paseos tranquilos y conectar con la naturaleza. Su enclave privilegiado te ofrece lo mejor de ambos mundos: la tranquilidad de la montaña y la cercanía a las vibrantes localidades costeras. En menos de 20 minutos en coche, podrás acceder a las famosas playas y la animada vida de Benidorm, el encanto histórico de Altea con sus calles empedradas y la autenticidad marinera de Villajoyosa. La Colina de Charly es mucho más que una casa rural; es un espacio para crear recuerdos imborrables con familia y amigos, para retiros espirituales disfrutando de la serenidad del entorno natural o para convivencias de empresas gracias a su conexión de fibra óptica con la máxima velocidad. ¡Te esperamos para vivir una experiencia única!

El Valle de Guadalest, un tesoro escondido en el corazón de la montaña alicantina, te invita a sumergirte en un paisaje de ensueño donde la historia y la naturaleza se entrelazan. Su joya más preciada, el Castell de Guadalest, encaramado sobre una roca imponente, te transporta a tiempos medievales con sus vistas panorámicas que cortan la respiración sobre el embalse turquesa y las cumbres circundantes. Pasear por sus calles empedradas, visitar sus museos singulares y sentir la brisa cargada de historia es una experiencia inolvidable. Este valle privilegiado se encuentra abrazado por gigantes de piedra como la majestuosa Aitana, el techo de la provincia, cuyas cumbres en ocasiones nevadas contrastan con el verde intenso de los pinares. Para los amantes del senderismo y la naturaleza, ascender sus senderos ofrece recompensas visuales inigualables y la oportunidad de conectar con un entorno natural de gran valor ecológico. No menos imponente es el Puig Campana, una montaña icónica cuya silueta define el horizonte y cuyo ascenso, aunque exigente, regala vistas espectaculares del litoral. Hacia el interior, la Sierra de Bernia despliega su belleza agreste, salpicada de ermitas centenarias y senderos que serpentean entre formaciones rocosas caprichosas. Pero la magia del Valle de Guadalest reside también en su estratégica ubicación, a un paso del brillante Mediterráneo. En menos de 20 minutos, el paisaje montañoso da paso a las playas doradas y las aguas cristalinas de la Costa Blanca. Sumérgete en la atmósfera bohemia y encantadora de Altea, con su casco antiguo de casas blancas y su iglesia de cúpulas azules dominando el mar. Déjate seducir por la vitalidad y la oferta de ocio inagotable de Benidorm, con sus rascacielos, sus playas animadas y su vibrante vida nocturna. O descubre la autenticidad y el colorido de Villajoyosa, con sus casas de pescadores pintadas y su rica tradición marinera y chocolatera. El Valle de Guadalest es, por tanto, un destino que lo tiene todo.