Antigua casa de panaderos, que mezcla el olor y las tradiciones del pasado con la comodidad y el diseño del presente. Orientada al sur, hace honor al nombre de la calle la Solana de un pueblo pequeño de Castilla y León llamado Aldeasoña. Tiene una bodega natural para guardar el vino, y disfrutar del fresquito que genera en tardes de verano. Está equipada con dos chimeneas, una de ellas diseñada por la hija de la dueña, para disfrutar del recogimiento en el salón, al que añade estilo y temperatura. Y otra, para las chuletas de cordero típicas de la zona que el huésped puede cocinar en ella. También dispone de una terraza donde se puede disfrutar de un vinito Rivera de Duero, del paisaje y el frescor que desprende.

Nieta de panaderos, alquila la antigua casa de sus abuelos hoy reformada

Aldeasoña es un pueblo muy pequeño pero se puede disfrutar muy bien de él. Puedes dar paseos por caminos que no se pierden de vista, las lomas de las montañas o subirlas y apreciar el pueblo desde arriba. También hay una ruta que se llama el Valle de la Hoz, termina en el pueblo de al lado Membibre de la Hoz. Y por supuesto puedes apreciar las bodegas naturales que hay construidas