Un refugio con alma en plena naturaleza asturiana
Nuestro apartamento combina el encanto de una casa histórica del siglo XIX con todas las comodidades modernas para que te sientas como en casa desde el primer momento. Situado en el pequeño y pintoresco pueblo de La Viliella, a las puertas de la Reserva de la Biosfera de Muniellos, es un lugar perfecto para desconectar, respirar aire puro y reconectar con la calma.
El alojamiento, con capacidad para hasta cuatro personas, cuenta con un dormitorio amplio, un cómodo sofá cama, y un espacio diáfano que invita al descanso. La chimenea de pellets aporta calidez en los días frescos, creando una atmósfera acogedora y romántica. Las paredes de piedra, el techo original de madera de castaño y los suelos de parquet mantienen vivo el espíritu de la casa, mientras que la cuidada decoración y los detalles hechos con cariño hacen que cada rincón tenga personalidad y armonía.
Desde el balcón privado de 20 m² y el jardín de 35 m² podrás disfrutar de unas vistas espectaculares a las montañas y a la Reserva de Muniellos, con el sonido de los pájaros como única compañía. Ambos espacios son privados y están pensados para desayunar al sol, leer, tomar un vino al atardecer o simplemente contemplar el paisaje.
El apartamento dispone de aparcamiento privado en la entrada, cocina totalmente equipada, calefacción, Wi-Fi y todos los detalles necesarios para una estancia cómoda y tranquila. Aquí, el tiempo se detiene y cada huésped encuentra su propio ritmo, disfrutando de un entorno auténtico, silencioso y lleno de belleza.
Más que un alojamiento, es un hogar que abre sus puertas con cariño para ofrecerte una experiencia cálida, cercana y auténtica en el corazón de Asturias.
¡Hola y bienvenidos a La Viliella!
Me llamo Isabel y será un placer recibiros en mi casa. Este apartamento forma parte de una antigua vivienda familiar del año 1860, restaurada con mucho amor y respeto por su historia. Cada piedra, cada viga de castaño y cada rincón guardan la esencia de lo auténtico, pero con todas las comodidades actuales para que os sintáis como en vuestro propio hogar.
He cuidado cada detalle pensando en el descanso y el bienestar de quienes nos visitan: la chimenea de pellets para las tardes frescas, el balcón y el jardín privados con vistas a la Reserva de la Biosfera de Muniellos, la decoración cálida y natural, y un ambiente tranquilo donde el tiempo parece ir más despacio. Aquí todo invita a respirar, a relajarse y a disfrutar de lo sencillo.
Mi deseo es que, desde el momento en que crucéis la puerta, sintáis que estáis en un lugar especial, acogedor y lleno de alma. Me encanta preparar el apartamento con mimo antes de cada llegada, para que encontréis todo en orden, limpio y con pequeños detalles que transmitan cariño.
Durante vuestra estancia, estaré encantada de ayudaros en lo que necesitéis: recomendaros rutas, restaurantes, miradores, pueblos con encanto o simplemente charlar un rato sobre la vida tranquila del pueblo. En La Viliella somos pocos vecinos, pero muy acogedores; nos gusta compartir nuestra tierra y su paz con quienes vienen a conocerla.
Espero que este rincón os regale momentos de descanso, risas y conexión con la naturaleza. Que disfrutéis del silencio, de los atardeceres desde el balcón, de un café o una copa de vino junto a la chimenea, y que al marcharos os llevéis la sensación de haber estado en casa.
Gracias por elegir este pequeño refugio para vuestra escapada.
Os doy la bienvenida de corazón,
Isabel
Lo que más me gusta de La Viliella es su paz. Es un pequeño pueblo de montaña con apenas unas casas de piedra, rodeado de verdes prados y bosques que cambian de color con las estaciones. Aquí se respira silencio, naturaleza y autenticidad. No hay prisa, ni ruido, ni estrés; solo el sonido del río, los pájaros y el viento entre los árboles. Cada amanecer y cada atardecer son un espectáculo distinto, y desde el balcón o el jardín del apartamento se pueden disfrutar vistas únicas a la Reserva de la Biosfera de Muniellos.
Desde la misma puerta de la casa parten preciosas rutas de senderismo que recorren antiguos caminos, minas romanas a cielo abierto y senderos que atraviesan bosques de robles y castaños centenarios. Muy cerca se encuentra el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, un territorio impresionante donde la naturaleza se muestra en estado puro: montañas cubiertas de niebla, arroyos cristalinos y una fauna tan rica que aún pueden avistarse osos pardos, corzos o urogallos.
Uno de los lugares más especiales de la zona es el Observatorio del Oso, desde donde, con un poco de suerte y algo de paciencia, se puede ver al rey de estos bosques en su hábitat natural. También merece la pena visitar los antiguos molinos de agua, con más de doscientos años de historia, que se conservan como testimonio de la vida rural de antaño.
Cada paseo por La Viliella o sus alrededores es una invitación a reconectar con lo esencial: caminar sin prisas, sentir el aire limpio y disfrutar de la belleza de lo sencillo. Es un lugar que enamora a quienes buscan descanso, naturaleza y autenticidad.
La Viliella es, para mí, un refugio del alma. Un rincón escondido de Asturias donde el tiempo se detiene y la vida se vive de otra manera: más despacio, más cerca de la tierra y más cerca de uno mismo.
Idiomas que habla: Inglés,Español