Amplio apartamento de 100 m2 en Combarro. Cuenta con habitaciones espaciosas y luminosas, con un balcón-terraza encima del mar, situado en la zona del puerto deportivo y la playa de la Cantera. El piso es nuevo y su ubicación es su mayor atractivo ya que se encuentra al lado de la playa, y a escasos metros del casco histórico de Combarro al que se accede por un paseo en la zona del puerto con bares, restaurantes, club Náutico y tiene todos los servicios alrededor: supermercados y tiendas, farmacia, panadería, bancos. Todo esto se puede disfrutar sin haber cogido el coche. El apartamento tiene muchísima luz ya que es todo exterior y las vistas desde las habitaciones y salón, dan a la playa, a la ría de Pontevedra y al puerto deportivo.

Gracias por haberte interesado en mi apartamento, no te decepcionará. Si tu plan es visitar las Rias Baixas y pasar unos días en uno de los pueblos más bonitos de España y sus alrededores, has escogido la ubicación perfecta. Para hacer tu estancia divertida y agradable, quedo a tu disposición para darte información acerca de qué lugares visitar, dónde comer un buen marisco y las mejores excursiones para que tu estancia sea fantástica. “Viajar es añadir vida a la vida”.

Combarro es un bello conjunto histórico en el que los hórreos y cruceiros son los grandes protagonistas. Es un pueblo muy turístico donde el centro histórico de Combarro es de muy pequeñas dimensiones pero con un gran encanto, se extiende a orillas de la ría de Pontevedra, junto a la carretera que te lleva hacia O Grove, y a apenas seis kilómetros de la capital. Además de cruceiros y hórreos, Combarro es célebre por sus casas mariñeiras. En la calle A Rúa pueden verse casas con la división típica que situaba la vivienda en la planta superior y la inferior destinada a almacén para aperos de pesca y agrícolas. Algunas de ellas contaban con una marca diferenciadora que era la solaina, un balcón en piedra de inspiración barroca que terminaba en escalera. La gente del mar normalmente lo construía con madera o hierro forjado, pintándolo con los mismos colores con los que pintaban sus barcas. Es un placer recorrer sus calles y disfrutar de su encanto.