La vivienda es cómoda, luminosa y está pensada para que te sientas como en casa. Tiene todo lo necesario para una estancia agradable: cocina equipada, habitaciones acogedoras, salón y, lo mejor de todo, unas vistas que invitan a quedarse mirando el horizonte durante horas. A solo unos pasos encontrarás la pequeña playa de Arou, calas escondidas, rutas costeras como el Camiño dos Faros y paisajes únicos como el Cementerio de los Ingleses o el Monte Branco. Es una casa ideal para quienes buscan paz, mar y autenticidad. Ya sea en pareja, en familia o con amigos, aquí encontrarás ese rincón especial que muchos buscan y pocos encuentran.

¡Hola! Me llamo Cruz y soy la persona que estará encantada de recibiros en Arou. Nací y crecí en esta zona de la Costa da Morte, así que conozco cada rincón, cada sendero y cada secreto del mar y del monte. Decidí abrir mi alojamiento porque creo que este lugar merece ser compartido. Arou es un pueblo tranquilo, auténtico, con una belleza salvaje que enamora, y quiero que quienes nos visitan lo vivan como si fueran de aquí. Me gusta ofrecer una estancia cercana, cómoda y sin complicaciones. Si necesitáis recomendaciones sobre qué ver, dónde comer, o rutas para caminar junto al mar, estaré encantada de ayudaros. Mi objetivo es que os sintáis como en casa, pero rodeados de naturaleza, mar y silencio.

Arou es un pequeño pueblo marinero situado en el corazón de la Costa da Morte, en el municipio de Camariñas (A Coruña, Galicia). Rodeado de acantilados, pinares y mar abierto, es uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse. Su costa abrupta, moldeada por el viento y el Atlántico, ofrece una belleza cruda y serena que atrapa a quien la visita. Con apenas unas casas y una pequeña playa de aguas cristalinas, Arou mantiene el encanto de lo auténtico: barcas de pesca en la orilla, caminos de tierra que llevan a calas escondidas y atardeceres que iluminan el horizonte con tonos dorados y rojizos. Es ideal para quienes buscan desconexión, silencio y naturaleza en estado puro. Desde Arou se pueden recorrer senderos como el que lleva al Cementerio de los Ingleses o al Monte Branco, disfrutando de vistas impresionantes y paisajes casi vírgenes. El pueblo es también punto de paso del famoso Camiño dos Faros, una ruta de senderismo que recorre toda la Costa da Morte junto al mar.