Este piso con encanto está ubicado en la urbanización del mismo nombre “Santa Maria”, en la entrada del pueblo de Panticosa. A 3 minutos del centro y a 5 minutos de las pistas de esquí. Desde el ventanal del salón, se disfruta de las vistas a la estación de esquí de Panticosa y a Peña Telera. El alojamiento dispone de 2 dormitorios y 2 baños con ducha. Ofrece conexión Wi-Fi gratuita. Zona guarda-esquíes y garaje con acceso directo al piso. Los huéspedes pueden disfrutar de los beneficios de una pequeña piscina de verano, con unas vistas espectaculares a la Sierra de la Partacua.

Me llamo Felipe Robres, propietario de “ Santa Maria" Bienvenidos a Panticosa!, uno de los pueblos más encantadores del Valle de Tena y del Pirineo. Sus gentes maravillosas y acogedoras, hacen que sea un destino ideal para sentirse como en casa. Un lugar especial para mimetizar con el entorno, donde uno está en contacto con la naturaleza, que ofrece en cualquier época del año su más variada expresión. Invierno blanco y frío; Primavera blanca y soleada; Verano exuberante de flores y agua. Otoño!!, otoño lleno de colores y setas. Existe una buena variedad de restauración, de cocina gastronómica con productos de la zona y de temporada. Bares de copas para un apré-esquí divertido en compañía de la familia y amigos. Espero que tengáis una feliz estancia en nuestro querido pueblo. Donde se respira todavía sabor a lo tradicional!! Nos vemos en Panticosa!!

Panticosa pertenece al Valle de Tena. La entrada al valle la preside el santuario de Santa Elena y finaliza en la frontera con Francia y el valle de Ossau. Estaréis rodeados de montañas que culminan a mas de 3.000 metros de altitud (Balaitus, Garmo Negro, Gran Facha, el Algas, Argualas o los Picos del Infierno). Lo que hace del valle un espacio apto para todo tipo de deporte. Desde el esquí alpino, esquí de fondo, alpinismo, senderismo… Cuenta además con dos grandes embalses, el de Lanuza y el de Búbal, ideales para practicar deportes acuáticos. Sendas y rutas llevan a recorrer todo el valle, con sus bosques de hayas, pinedas, cascadas de aguas transparentes, iglesias mozárabes y románicas, praderas llenas de flores y frutos según la estación.