El municipio y pueblo del sureste de la isla, Santanyí es además de muy bonito, bastante rural y auténticamente mallorquín. Con una ubicación privilegiada, con unos 48km de costa deslumbrante y a un lado del segundo parque natural más grande de Baleares, este pueblo cuenta con un entorno natural espectacular. El entorno, la luz y la atmósfera del pueblo parece estar hecha especialmente para personas creativas, por lo que atrae a numerosos artistas internacionales. Hoy en día, el arte juega un rol fundamental en esta ciudad, ya que encontrará todo tipo de galerías y talleres en las pequeñas callejuelas del tranquilo centro de la ciudad. La gente local se conoce bien y suele pararse en medio de la calle para hablar con sus vecinos. Los visitantes pueden disfrutar de la rutina de este pueblo mientras beben un café con leche o una copa de vino en alguna de las terrazas de los locales de la plaza. Ya sea por el paisaje o un interés por el arte, vale la pena visitar Santanyí, sobre todo los fines de semana. Los sábados se celebra el mercado local, por lo que le recomendamos llegar temprano. Disfrute de un buen desayuno en alguno de los cafés y de los colores del mercado.