El apartamento es único por su carácter auténtico y su historia. Ubicado bajo los techos de una casa de entramado de madera que data de 1640, combina el encanto de elementos de época – vigas a la vista, chimenea (madera disponible para nuestros huéspedes) – con la comodidad moderna, como una bañera de esquina, una lavadora, un microondas grill, placas de cocción, una Nespresso... Su vista excepcional de las agujas de la catedral de Saint-Corentin y su ubicación privilegiada en una calle peatonal tranquila en el centro histórico de Quimper lo convierten en un lugar ideal para una escapada romántica o una pausa relajante. Es un verdadero viaje en el tiempo, sin renunciar a la comodidad actual. Como todos los edificios de esta época, los apartamentos solo son accesibles por la escalera. Ubicado bajo los techos, el apartamento se encuentra en el 3er piso SIN ascensor y la cama matrimonial en la MEZZANINA es accesible mediante una escalera firmemente anclada al suelo. Un sofá cama de 2 pequeñas plazas (120*170 cm) también está disponible en el salón para acomodar a niños pequeños. Una cuna está a su disposición bajo petición (sin cargo adicional).

¡Bienvenidos bajo los techos de Kéréon! Somos Marianne y Thomas, los felices propietarios de este apartamento histórico y atípico. Hemos puesto todo nuestro corazón para crear un espacio elegante y acogedor, perfecto para una escapada romántica o una pausa relajante. No dudes en contactarnos si necesitas algo. Estamos aquí para hacer que tu estancia sea lo más agradable posible. Una vez más, ¡bienvenido y disfruta plenamente de tu tiempo en Quimper! Con toda nuestra amistad, Marianne y Thomas

El apartamento está idealmente situado en el centro histórico de Quimper, en la pintoresca calle peatonal Kéréon. A pocos pasos, encontrará la majestuosa catedral de Saint-Corentin, una obra maestra gótica bretona, y los museos de Bellas Artes y Departamental Bretón, ricos en historia y cultura regional. El barrio de Locmaria, conocido por sus fábricas de cerámica y su jardín medieval, también está cerca.Para una inmersión en la vida local, las Halles Saint-François ofrecen productos frescos y típicos, mientras que las calles circundantes están llenas de tiendas artesanales, galerías de arte y creperías tradicionales. Al residir aquí, está en el corazón de Quimper, con fácil acceso a los tesoros culturales e históricos de la ciudad para una estancia que es a la vez relajante y enriquecedora.