Antigua fábrica de queso convertida en vivienda, la casa rural se encuentra junto a una mansión bretona del siglo XVII. En medio de 7 hectáreas de bosques y campos, la propiedad está equipada con columpio, trampolín y tobogán para niños.

Somos una pareja americana apasionados por la ornitología y la conservación de la fauna y flora local. Estamos comprometidos con las organizaciones locales para la preservación de la naturaleza en Bretaña. Después de haber viajado por el mundo, estamos listos para recibir a todos los visitantes curiosos por descubrir el norte de Finisterre.

El entorno de la propiedad es muy rural: la propiedad está ubicada entre dos vaquerías y limita al norte con un río. El pueblo de Saint-Derrien está a menos de dos kilómetros de distancia. Los caballos corren un retiro pacífico en los prados frente a la mansión. Una ruta de senderismo comienza cerca de la casa y sigue el curso del río La Flèche; Se pueden visitar dos antiguos molinos. La base aérea naval de Landivisiau está a pocos kilómetros y la calma del campo puede ser interrumpida por el paso atronador de aviones militares, incluido el famoso rafale. Estamos a 14 km del mar, las playas de arena y las dunas de Keremma, la costa salvaje de Legends. El notable Château de Kerjean está a 4 km. A 25 km, Roscoff, antigua ciudad de corsarios y su jardín exótico, la isla de Batz son de visita obligada. A menos de 25 minutos en automóvil, el santuario de aves de Goulven Bay se encuentra en una importante ruta de migración. Landerneau (estación TGV) a 15 km; Morlaix y Brest a 20 minutos. El aeropuerto de Brest está a 25 minutos.