En Dar Carlos cada rincón tiene alma. Nuestra casa tradicional de tres plantas, reformada con mimo, cuenta con 2 habitaciones y 2 baños, lo que la hace ideal para familias o grupos que buscan comodidad y privacidad. Su maravillosa terraza es uno de nuestros mayores tesoros: un espacio amplio y soleado desde el que se contemplan las montañas y la medina azul, perfecto para desayunar, relajarse al atardecer o simplemente dejar que pase el tiempo. Con suelos hidráulicos originales, puertas de cedro y muebles pintados a mano, la decoración combina la esencia de Chefchaouen con todas las comodidades modernas: cocina equipada, calefacción, WiFi y TV por cable. Nos gusta que nuestros huéspedes se sientan como en casa desde el primer momento: cuidamos cada detalle, damos recomendaciones personalizadas para descubrir la zona y preparamos todo para que lo único que tengas que hacer sea disfrutar

Me encanta recibir a viajeros de todo el mundo y compartir con ellos la magia de Chefchaouen. Disfruto ayudando a que cada huésped descubra rincones únicos, sabores auténticos y la hospitalidad marroquí.

Dar Carlos se encuentra en el barrio de Sebanin, el corazón histórico y más antiguo de la medina de Chefchaouen. Este barrio, junto con otros como Al Onsar o Rif Al Andalus, nació en los inicios de la ciudad a finales del siglo XV, alrededor de la fuente de Ras el Ma y del río que marcaba el límite natural de la medina . Lo más mágico de Sebanin es cómo conserva intacta la tradición: callejuelas azuladas, detalles de arquitectura andalusí y rincones donde la vida local se percibe auténtica, sin turistas en cada esquina . Qué hacer en Sebanin y alrededores: Pasear sin rumbo: adéntrate por sus callejuelas y déjate seducir por el azul de sus paredes, el sonido del agua, los lavaderos tradicionales y los pequeños talleres artesanales . Descender hacia Ras el Ma: apenas a un paso, encontrarás mujeres lavando ropa, pequeñas fuentes y senderos con vistas acogedoras. Desde allí puedes subir al Spanish Mosque, la vieja mezquita española, para contemplar una de las mejores panorámicas de la ciudad . Visitar la Kasbah y la Gran Mezquita en la plaza Uta el‑Hammam: símbolos arquitectónicos y culturales que narran siglos de historia; la plaza es también un punto de encuentro ideal para tomar un té . Sumergirse en la vida local: siéntate en uno de los cafés de la plaza, disfruta del ambiente relajado y déjate llevar por el encanto de los artesanos y comerciantes que encontrarás, desde tejedores hasta vendedores de especias y cerámica . Chefchaouen es, sobre todo, un lugar para vivir intensamente, a través de sus colores, sus aromas, su gente y su tranquilidad. Desde Sebanin estarás justo en medio de todo eso.