¡Hola! Me llamo Ayoub Boutadghart, y es un placer darles la bienvenida a la Kasbah of Peace. Nací en el Valle del Draa y me apasiona compartir la belleza, las tradiciones y la historia de mi región con viajeros de todo el mundo. Ser anfitrión es mucho más que recibir huéspedes: es una oportunidad para conectar culturas. Me gusta ayudar a los visitantes a descubrir lugares auténticos y asegurarme de que se sientan como en casa. Mis pasiones son la gastronomía local, las excursiones por el desierto y la fotografía. También organizo paseos en camello, rutas culturales y caminatas por el valle. En Kasbah of Peace, llegarás como huésped y te irás como amigo.

Bienvenidos a Kasbah of Peace, una casa de huéspedes auténtica situada en el corazón del Valle del Draa, donde el desierto se encuentra con los palmerales. Construida al estilo tradicional de adobe, nuestra kasbah es un oasis de tranquilidad ideal para quienes buscan paz, naturaleza y una experiencia cultural genuina. Las habitaciones combinan el encanto marroquí con el confort moderno. Disfruta de una cena casera en la terraza, contempla el atardecer sobre el palmeral y siente la magia del desierto. El jardín, los patios sombreados y las vistas panorámicas crean una atmósfera perfecta para relajarse. Nuestra ubicación es ideal para explorar el Valle del Draa, Zagora, las dunas de Tinfou y los antiguos ksar del sur de Marruecos. En Kasbah of Peace ofrecemos una hospitalidad marroquí cálida y personalizada, pensada para que cada estancia sea inolvidable.

El Valle del Draa es una de las regiones más encantadoras de Marruecos, un oasis verde entre las montañas del Atlas y el desierto del Sahara. Los visitantes disfrutan de sus paisajes tranquilos, sus kasbahs antiguas y la amabilidad de su gente. Desde nuestra casa de huéspedes puedes visitar fácilmente Zagora, el Ksar de Tamnougalt, las dunas de Tinfou y los pintorescos pueblos bereberes del valle. La zona es perfecta para excursiones, paseos en camello y experiencias culturales auténticas. Los mercados locales, los talleres de cerámica y las plantaciones de dátiles ofrecen una visión única de la vida marroquí tradicional. Al caer la noche, el cielo estrellado del desierto crea un ambiente mágico e inolvidable.