Bella Casa Colonial González con Piscina

Me mueve mi familia. Me apasiona el desarrollo humano, los valores más intrínsecos del ser humano, su bondad, su alegría y los pequeños detalles de la vida, las excursiones al aire libre, la arquitectura e interiorismo, las bellas artes y las actividades con un buen propósito comunitario.

Casa González es preciosa además de una ubicación inmejorable, por un lado cerca del centro histórico y por otro, del área comercial de AhKimPech con las tiendas de mayor afluencia, panaderías, super, cenadurías, iglesias, parques al aire libre y malecón. La limpieza y los detalles son nuestra prioridad, su recién restauración la hace única, su decoración con artesanía local y la iluminación de la terraza. Casa González conserva los detalles de la fachada desde sus grifos hasta sus cornisas, su interior esta rodeada de arquería morisca, mosaiqueria de pasta pintada en forma de alfombras, un interiorismo muestra la artesanía popular como el bordado en textil o en jipi y muebles contemporáneos diseñados para cada espacio. Las áreas privadas cuentan con cómodas camas, y sabanas limpias, una de ellas con un mezanine para aprovechar la doble altura que la hace única. Dos de ellas cuentan con su propia sala, y todas con credenzas y clotseteria, además de sus tv y minisplits. Desde el vestíbulo hasta la terraza son áreas comunes y de servicios, cuenta con sala comedor muy cómodas, y un desayunador y cocina que se integran a la terraza.

La jurisdicción del Barrio, desde la época precolombina se vio unida a las actividades marinas y después lo ocuparon entonces en sus inicios marineros, pilotos de embarcaciones y comerciantes, prevalecían también familias migrantes españoles de Islas Canarias y Baleares, Galia, Andalucía y Cataluña. Se le considero un barrio señorial por los esfuerzos de sus oriundos de conservar la fisonomía de su arquitectura de los s. XVIII y XIX. El santuario a la Virgen de Guadalupe, parroquia del Barrio, estaba bajo la advocación de la Virgen de Villuercas de Extremadura durante sus inicios en el s. XVI, posteriormente en el s. XVIII se incrementó la devoción a la imagen de la Reina del Tepeyac. Actualmente recibe a cientos de peregrinos en vísperas del 12 de diciembre para celebrar las apariciones de la Reina del Cielo a San Juan Diego. El barrio conserva su arquitectura, y algunas casonas han sido restauradas actualmente para comercios, panaderías, lugares de hospedaje y restaurantes. Es un barrio en el que se puede transitar a pie o en auto con tranquilidad, seguridad y tiene excelente ubicación.