Está a unos 12 minutos en coche del centro de Liubliana y del parking del parque Tívoli. Llegamos y la atención fue estupenda. Una posada muy moderna y muy bien de precio donde descansar y acercarse a la ciudad. La habitación era muy amplia y muy limpia. Una cama enorme y cómoda. Un cuarto de baño grande, moderno y funcional. El desayuno es fantástico en calidad y cantidad. Y el lugar tranquilo, fuera de la ciudad pero en poco tiempo llegas al centro, por desgracia el restaurante estaba cerrado. Quedamos encantados.
Hotel céntrico básico pero con innovaciones tecnológicas que sorprenden, cama muy cómoda y el baño agradable, buen aprovechamiento del espacio y decoración moderna.