Hoteles de lujo en El Burgo de Osma

Detallista y amables. Muy bonito. Diseño y tradición. Decoración buena Silencio Perfecto!!

Hotel nuevo muy moderno, con habitacion con jacuzzi. Diseño muy guay, y el personal muy simpaticos.

La habitación nos gustó mucho, ya que tenía acceso a la piscina. Además, nos gustaron mucho las vistas al castillo.

Lo moderno del apartamento y la ubicacion

Nos encantó! Desde el mayor a la más pequeña de la familia lo disfrutamos muchísimo. La ubicación es poco menos que mágica, Muriel Viejo está alejado del bullicio, el ajetreo, rodeado de pinos y robles, y el acceso es muy fácil, con la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora como hito que indica el camino. El hotel es nuevo, impecable, tiene parking con acceso directo al elevador, la recepción fue muy cálida y familiar (muchísimas gracias a Raquel y su hija) y la habitación es una pasada en cuanto a construcción, equipamiento, decoración, calefacción por suelo radiante camas y almohadas muy confortables...en fin, lo que nuestros cuerpos (y almas) necesitaban. Más tarde fuimos a cenar y el restaurante es muy acogedor, nada que ver con aquellos restaurantes en los que te sientes un poco perdido. La cena estaba deliciosa y al final, de la mano de Nils aprendimos, grandes y chicos, de la luna, estrellas y constelaciones en una charla bien interesante que se adentró casi hasta la medianoche. Al día siguiente desayuno muy agradable y a ver y aprender del sol, y luego de ser informados sobre un evento que acogerán en 2026, de camino a casa. Lo único que lamentamos es haber sido breve la estancia, por lo que sí ó sí, vamos a por más. Enhorabuena, Raquel y todo el equipo. Muchas gracias y nos vemos en 2026!

Es sencillamente excepcional. El marco en el que se ubica la casa es un paraíso, remanso de paz. Pero cuando ves la casa, te das cuenta que iguala a la belleza del marco en el que se ubica. Las fotos promocionales de la casa no se corresponden con la realidad, En fecto, LAS FOTOS NO LE HACEN JUSTICIA, ya que no son capaces de captar la excepcionalidad de esta casa. Llevo más de 30 años viajando muuuuuucho alrededor del mundo, por lo que creo que ya comienzo a tener algo de criterio para comparar establecimientos. No conocía nada ni sobre el pueblo ni sobre la casa, así que mi sorpresa fue aún más impactante. Nos alojamos toda la familia (con mi mujer y mis tres hijos) y nos sentimos como en casa. De hecho, por las mañanas aprovechábamos para conocer los alrededores, pero por la tarde optábamos por quedarnos en la casa para disfrutarla. Mención especial a la dueña (Mar), siempre pendiente de que no nos faltase de nada y de la responsable (Carmen). Tuve tan sólo una solicitud que no lograron satisfacerme: Si podía quedarme en la casa un mes más :-). GRACIAS POR TODO MAR, VOLVEREMOS