
De
EstoniaEl hotel está en la playa, solo unos pinos de separan de una playa larguísima. Nosotros llevamos bicis y la recorrimos, también fuimos en bici a Narva, por zonas de "dachas" estilo ruso, todo muy interesante. El hotel super limpio, habitaciones con balcón, mesita y sillas, se oye el mar. La zona del spa, la piscina y las saunas excelentes (vacíos entre semana y en noviembre), te dan un albornoz con la habitación y así vas a la zona de spa etc. Todo muy cómodo. El desayuno completo, tipo estón/ruso/internacional (buffet). En el hotel hay un restaurante "a la carte" y abajo un pub, solo probamos el pub, sirve buena comida y mucha cantidad. En el pueblo hay más restaurantes para todos los gustos.