Busca minicasas en Islas Griegas

El ambiente acogedor y el trato de la anfitriona, siempre atenta a nuestras necesidades. Si volvemos a Chania será aquí.

Desde antes de llegar ya empezaron los problemas. En Booking indicaba que aceptaban animales, pero luego nos enviaron un mensaje confuso para hacer el check-in a través de otra web donde decía que *no* los aceptaban. Al consultar, la atención no fue nada amable. El horario del check-in también fue otro punto negativo: en la web decía que era a las 15:00, pero ellos lo cambiaron a las 15:30 sin previo aviso. Puede parecer poca cosa, pero si me exigen puntualidad al salir, también espero lo mismo para entrar. La entrada a la casa fue toda una odisea: parece que hay que atravesar una selva. El acceso está totalmente descuidado. Llamar “casa” a este alojamiento es generoso. Es tan pequeña que resulta incómoda, no hay espacio ni para abrir una maleta. Aunque está decorada con buen gusto, no compensa el tamaño y la incomodidad. La cama está encajada en un hueco diminuto, como si la hubieran metido en un armario, y encima son dos colchonetas separadas, nada cómodas. No pudimos descansar bien en toda la estancia. Una noche incluso me despertó una *cucaracha corriendo por mi cuerpo*… algo totalmente inaceptable. Por si fuera poco, nos pidieron una fianza como si estuviéramos alquilando el Palacio de Buckingham. Y un día antes de irnos, nos escribieron para avisar que debíamos dejar todo limpio o nos descontarían el servicio de limpieza de la fianza. ¿Perdón? Hemos pagado 700 € por 4 noches en una casa minúscula, creo que eso ya cubre sobradamente el coste de limpieza. La ubicación también deja mucho que desear: alejada de playas, restaurantes y tiendas. Necesitas coche para absolutamente todo. En definitiva, me parece una vergüenza tanto por parte de los anfitriones como de Booking por permitir este tipo de alojamientos en su plataforma. Una experiencia decepcionante que no pienso repetir ni recomendar.